Es cierto que el sector privado nacional necesita de los esfuerzos estatales para lograr un entorno amigable y adecuado para invertir, pero la diplomacia empresarial también puede abrirnos puertas con nuestros pares de otros países, negociando acceso al comercio internacional, puertos e integración económica como el MERCOSUR, la Comunidad Andina de Naciones, la Comunidad Económica Europea y otros.

El criterio fue expresado por Rolando Kempff Bacigalupo, primer Vicepresidente de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), durante acto de celebración de los 129 años de fundación de esta organización empresarial.

Tras remarcar que esperan una adecuada negociación entre el Gobierno, COB y los empresarios privados para fijar el incremento salarial, que premie la productividad de los trabajadores, recordó que sugirieron al gobierno modificar el modelo económico, para hacer a Bolivia más atractiva a las inversiones en el sector privado.

A la Cámara Nacional de Comercio también le preocupan algunos aspectos macroeconómicos como el déficit fiscal, la balanza comercial negativa, el doble aguinaldo, la informalidad y el contrabando, añadió Kempff.

Es necesario que el gobierno reconozca el valor del sector privado como generador del aporte al producto interno bruto. En este marco, la asociación de los sectores público y privado es un desafío para los empresarios y el gobierno. Esta alianza puede darse, entre otros, en sectores como la minería, agricultura, tecnología y desarrollo del talento humano.

Para el primer Vicepresidente de la CNC, esta institución logró sobrevivir 129 años gracias a su tradición democrática, que impulsa a sus líderes a trabajar por el empresariado, en defensa de los principios que rigen la libre empresa y en beneficio de empresarios grandes, medianos y pequeños.

En el acto de celebración del nuevo aniversario de la Cámara, el primer Vicepresidente de la CNC resalto el trabajo del presidente de esa institución, Marco Antonio Salinas.

Kempff Bacigalupo reconoció que para ser empresario en Bolivia se requiere audacia. Enfrentar a la burocracia y sobrellevar la adversidad, implica arriesgar, perseverar para lograr el triunfo sin una receta mágica. Si bien no existe un camino único, si se quiere tener éxito se debe innovar.

Reconoció que en los últimos 70 años pensaron el desarrollo con ópticas del siglo pasado, vinculadas a la extracción de la materia prima y el rentismo. Pero hoy, las generaciones más jóvenes, con el impulso de las nuevas tecnologías, exigen el desarrollo de nuevos sectores, que respondan a sus necesidades de empleo.

Por eso, éste es el primer desafío, al que la Cámara está respondiendo con la promoción de las industrias creativas. La economía naranja aprovecha el acervo cultural, geográfico, natural y sobre todo el talento humano. Esta es una propuesta que la Cámara debe llevar a todos los rincones del país.

Como consecuencia de este primer reto, la transformación digital es inevitable, lo que lleva a la segunda tarea de la Cámara de Comercio. Las empresas están en un momento de cambio, en el que deben empezar a integrar tecnología digital en todas las áreas, cambiando fundamentalmente la forma en que operan y brindan valor a sus clientes.

Y, el desarrollo de nuevos sectores y la digitalización de la empresa solo será posible si entran en el tren de las energías renovables. Por eso la Cámara Nacional de Comercio debe impulsar y liderar el desarrollo de soluciones para lograr la producción con energías limpias en las empresas comerciales y de servicios de Bolivia, que contribuyan al medio ambiente, contrarrestando el calentamiento global.

Todo esto conduce a la tercera gran tarea: Seguir con el fortalecimiento del tejido empresarial a lo largo y ancho de Bolivia, para el desarrollo armónico del país.

Finalmente, explicó Kempff que la CNC debe acelerar la internacionalización de la Cámara, que no es otra cosa que mirar a economías como la India, Colombia, Brasil, Paraguay o China, donde el sector privado genera crecimiento y desarrollo.