El ministro de Gobierno, Carlos Romero, fue interpelado hoy, a petición de asambleístas del Movimiento al Socialismo, respecto a los operativos y represiones policiales en las movilizaciones de la Universidad Pública de El Alto (UPEA).

Durante su intervención, Romero explicó los operativos policiales realizados el 24 de mayo, fecha en la que el estudiante Jonathan Quispe fue asesinado producto de un impacto de canica que, habría sido disparada por un efectivo policial.

En esa línea, Romero reiteró que fue el policía Cristian C. C. quien no cumplió las órdenes de sus altos mandos y disparó, sin consentimiento, dos canicas. Una fue a chocar contra una puerta y la otra impactó a Jonathan Quispe, señaló.

Romero recordó que en el momento en el que se produjo ese trágico incidente él no se encontraba en el lugar y ni siquiera en la ciudad de La Paz, ya que se había trasladado al interior del país junto a medios de comunicación.

Por eso, lamentó que se haya intentado politizar la muerte de un estudiante con el fin de tratar de hacer ver al Gobierno como un ente represivo.

“Se ha politizado este hecho, tanto que se ha presentado una querella contra este Ministro por asesinato, bienvenida cualquier querella, vamos a enfrentar cualquier juicio nacional o internacional y voy a someterme a cualquier proceso, vamos a asumir nuestra defensa porque no tengo actuación funcional por un policía que se separa de su núcleo”, aseveró.

En ese sentido, Romero destacó ante la Asamblea que él es el Ministro que más conflictos resolvió en el actual Gobierno; incluso, dijo, aquellos que no tenían nada que ver con su despacho, como el conflicto médico.

“Soy el Ministro que más participación ha tenido en la resolución de conflictos, dialogada. Tengo cientos de conflictos registrados que no son de mi sector que se ha resuelto con diálogo, entonces ni este Ministro ni este Gobierno va a ordenar represión contra sectores populares y menos contra universitarios”, aseguró.

Después de su intervención, más de dos tercios de la Asamblea ratificó su confianza en el Ministro, por voto puro y simple, mientras asambleístas de oposición pedían, a gritos, su censura.