El juez de Estados Unidos, James Cohn, decidió revertir el veredicto del jurado que había encontrado culpables al expresidente de Bolivia, Gonzalo Sánchez de Lozada, y a su otrora ministro de defensa, Carlos Sánchez Berzain, por encontrar que faltaban evidencias contundentes para demostrar las acusaciones de actos deliberados e intencionales de parte del gobierno de Sánchez de Lozada en la muerte de cuidados bolivianos en octubre del 2003.

El pasado 10 de abril, el jurado de Estados Unidos había declarado responsables a ambas exautoridades y decidió que paguen una indemnización por 10 millones de dólares a las víctimas de la masacre; sin embargo, esta decisión estaba sujeta a un rechazo o confirmación del juez Cohn, quien hoy decidió revertir la sentencia.

Así lo confirmó Gonzalo Sánchez de Lozada en un comunicado al que el periodista Erick Foronda tuvo acceso y que fue replicado por Radio Fides.

“Con la decisión del juez concluye el juicio sobre los difíciles y lamentables eventos de septiembre y octubre de 2003 que interrumpieron la democracia en Bolivia. El dictamen final del juez comprobó que mi gobierno actuó de acuerdo con la ley y que nunca tuvo intención de causar daño a nadie. Estoy seguro de que para todos quienes me acompañaron desde el gabinete y el gobierno, este veredicto confirma lo que siempre estuvo en nuestra conciencia” dijo en un comunicado escrito el expresidente Sánchez de Lozada.

“El juez llegó a su decisión después del estricto análisis técnico y jurídico de la ley y de los hechos revisando toda la evidencia presentada y se convenció de que mi gobierno defendió la ley y la vida de ciudadanos inocentes.  La decisión del juez demuestra que no hubo absolutamente ninguna evidencia que indique la existencia de un plan u orden de utilizar la fuerza letal contra civiles. La evidencia demostró que el gobierno enfrentó la conmoción social en medio de una grave crisis económica, siempre buscando el dialogo y la resolución pacífica de los conflictos, mientras que muchos buscaban destruir la democracia”, agregó Sánchez de Lozada.

Asimismo, Goni lamentó “el dolor y la tragedia que los hechos violentos del año 2003 generaron para decenas de familias de ciudadanos bolivianos” y señaló que comparte la esperanaza de que “un día no lejano se sepa y acepte toda la verdad. Creemos que este momento nos ofrece una oportunidad para reflexionar sobre lo sucedido, de orar por los que fueron afectados por la violencia, y comprometernos a que esta tragedia nunca más se repita”.

“Bolivia necesita y merece retomar el camino de la libertad y la democracia”, finalizó Sánchez de Lozada en su comunicado.

Ahora, sin embargo, los familiares de las víctimas del, así llamado, octubre negro podrán apelar la decisión del juez, en un proceso que puede alargarse hasta por otros dos años.

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