El caso de discriminación suscitado en Santa Cruz, cuando una mujer discriminó a otra de pollera en un medio de transporte público, sigue dando de qué hablar. Esta vez, fue el presidente en ejercicio, Álvaro García Linera, quien salió al frente a condenar el hecho y advirtió que no se tolerará más actos de discriminación en el país.

“En Bolivia el racismo es un delito, es una vieja herencia colonial que la estamos combatiendo con todos los medios, comenzando con el medio legal (…) Este acto de discriminación y cualquier otro, en cualquier departamento, va a ser combatido, denunciado y castigado”, advirtió García Linera en conferencia de prensa.

En ese sentido, felicitó a la persona que filmó el mencionado hecho registrado en Santa Cruz y señaló que el Gobierno pedirá a las autoridades correspondientes “que se aplique las penas máximas contra este caso y cualquier otro”.

“Vamos a aplicar la Ley 045 contra el racismo y toda forma de discriminación. No vamos a tolerar porque esto es una enfermedad que tiene que ser sancionada de la manera más drástica posible”, aseveró.

Agregó que el racismo no es un tema de propiedad regional ni clasista, ya que atraviesa a todas las clases sociales y todas las regiones. “Tiene que ser combatido de manera contundente y sistemática en todos los niveles sociales y las regiones del país”, afirmó.

En esa línea, el Presidente en ejercicio también pidió a la población en general combatir el racismo y la discriminación en todos los escenarios de su diario vivir.

“Se requiere que los medios de comunicación, que la familia, que los jóvenes, que los hijos, los papás, que todos combatan ante cualquier forma de racismo en la forma de hablar, en la forma de descalificar a las personas en las reuniones, en una asamblea, en la calle, en un micro, en el colegio, en la universidad o en cualquier otro lado”, señaló.

Finalmente, criticó también que haya algunos “grupos políticos” que incentivan el racismo.

Al terminar su declaración, fue consultado acerca de sus polémicas declaraciones en conferencias y actos de entrega de obras en los que hace referencia a “la clase alta” y los “políticos del pasado” con términos que, para muchos, son discriminatorios.

Al respecto, el Presidente en ejercicio aseveró que sus dichos no son discriminatorios, sino que forman parte de una “descripción objetiva sociológica” de la realidad.