Después que las autoridades bolivianas expusieron  denuncia por la detención y tortura de nueve funcionarios bolivianos que luchaban contra el contrabando en la frontera con Chile,  el embajador permanente de Chile en la OEA, Aníbal Barría, expresó su profunda molestia aunque no su sorpresa por la declaración de las autoridades bolivianas. Argumentó que no era apropiado presentar la denuncia de Bolivia en este foro internacional y acusó a la representación boliviana de buscar “objetivos meramente comunicacionales, financiados por todos los estados miembros”.

“La OEA y este Consejo Permanente no pueden ser la caja de resonancia de reclamaciones individuales" de Bolivia, dijo el canciller que afirmó que el gobierno boliviano no tiene credibilidad, ya que por un lado “invita al diálogo, pero  al mismo tiempo insulta a nuestras autoridades, que difunde falsedades, como aquellas referidas a las condiciones en que fueron aprehendidos los 9 ciudadanos bolivianos o sobre el trato y atención que reciben en cárceles chilenas? ¿Qué seriedad puede tener un gobierno que pide solución diplomática para esta situación y desconoce la independencia y autonomía de los poderes públicos de Chile?", agregó.

"Chile no está en guerra con nadie, Chile no se prepara para ninguna guerra, Chile es un país pacífico, Chile es un país respetuoso de sus obligaciones internacionales y sus diferencias judiciales y controversias con Bolivia están sometidas a la Corte Internacional de Justicia en este momento. Y de acuerdo a las reglas de la Corte Internacional de Justicia, no cabe llevar ningún otro alegato a otra instancia. No queremos otra controversia, pero si ustedes quieren una controversia, Chile está disponible y va a enfrentarla por las vías pacíficas", afirmó.

REPLICA DEL MINISTRO DE JUSTICIA, HÉCTOR ARCE

Ante la declaración del embajador chileno, el ministro de Justicia, Héctor Arce, respondió que existen las pruebas de las torturas y los golpes que recibieron los ciudadanos bolivianos al momento de su detención; ante lo que el representante chileno no respondió.
El ministro Arce mostró  fotografías y aseguró que los carabineros chilenos usaron sus armas de fuego, y permitieron las agresiones de los civiles que acusaron a los bolivianos y que luego fueron acusados por la Aduana chilena por el delito de contrabando.

"¿Es correcta la actitud de los carabineros de Chile, de lacerar, humillar y torturar a nuestros compatriotas? ¿Eso es Estado de derecho? ¿Era necesario el uso de la violencia y de esa fuerza?", se preguntó el ministro. "Esto es un acto de tortura inaceptable, prohibido por tratados y el Derecho Internacional, incluso en guerra", reclamó.

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