El ministro de Gobierno, Carlos Romero, se refirió a las declaraciones de la ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, quien ayer afirmó que la presencia de ciudadanos "peruanos, paraguayos y bolivianos" tiene relación con el aumento del narcotráfico. Para Romero se trata de declaraciones sin respaldo, por lo que anunció que la Cancillería boliviana convocaría al embajador argentino en el país. Según información oficial del Gobierno argentino las cifras que dio Bullrich no son reales.

Romero aseguró que las declaraciones de la ministra Bullrich no tienen ningún respaldo de datos, y que afecta la integridad de los bolivianos que viven en Argentina, sometiéndolos a una "estigmatización".

"La Cancillería va a convocar a la representación diplomática al embajador de Argentina en Bolivia para pedirle una explicación, nosotros reafirmamos nuestra voluntad de trabajo", afirmó Romero.

El cónsul de Bolivia en Argentina, Ramiro Tapia, también expresó su indignación por las declaraciones de la ministra. ”Estamos indignados con estas apreciaciones y no es la primera vez, altas autoridades del Estado argentino están hablando con una ligereza que nos alarma", dijo en declaraciones difundidas por el periódico digital argentino "La Capital”.

DECLARACIONES DE BULLRICH CONTRASTADAS CON LA INFORMACIÓN OFICIAL

Bullrich afirmó: "En el tema de las drogas, el 33 por ciento de los presos federales son extranjeros", así que "hay que ordenar las relaciones con Paraguay, Bolivia y Perú", sostuvo en una entrevista con Radio La Red.

Según datos publicados por el ministerio de Justicia de Argentina en 2015, hay 71.464 presos en el sistema carcelario, de los que  67.015 son argentinos, 1.400 paraguayas, 782 peruanos y 731 bolivianos, un total de 2913 presos, lo que en realidad representa el 4,35% de la población carcelaria. Según el mismo informe, 7.862 personas están recluidas por el delito de tráfico de drogas, lo que solo representa el 11.73%. 

El Gobierno de Argentina puso en marcha medidas para endurecer los controles en el ingreso de extranjeros con antecedentes penales y acelerar los mecanismos de expulsión. Según el Censo del 2010, el 4,5% de los habitantes en Argentina son migrantes;  los paraguayos son los primeros entre los que adquirieron la residencia permanente y temporal en Argentina desde 2011, luego están los bolivianos y peruanos.