La vigilia de las personas con discapacidad  hoy cumple dos meses en la ciudad de La Paz, en demanda de la renta de 500 bolivianos. Tras varios intentos de diálogo con el Gobierno aún no encuentran una respuesta favorable a su pedido económico, por lo que varios movilizados decidieron retornar a sus hogares y otros tuvieron que irse por complicaciones en su salud.

La calle Junín esquina Indaburo se convirtió en su hogar desde que arribaron a la sede de Gobierno desde Cochabamba. Durante el recorrido que duró alrededor de 30 días, la caravana tuvo que soportar las inclemencias del tiempo y la antipatía de algunos pobladores afines al Movimiento Al Socialismo (MAS), que criticaban la movilización y algunos impidieron que pernocten en sus comunidades e incluso hubo denuncias de agresión.

A pesar de esa situación, las personas con discapacidad continuaron con la esperanza de ‘ablandar’ el corazón del Gobierno y conseguir la renta, pero no fue así. Una vez en La Paz y con el cariño de los paceños que se solidarizaron con su causa, no logran que las autoridades de Estado aprueben su petición.

En un principio habían decidido ‘refugiarse’ en carpas instaladas en la plaza Mayor de San Francisco, luego señalaron que por ‘estrategia’ era mejor permanecer en cercanías a la plaza Murillo para buscar una audiencia con el presidente Evo Morales que hasta la fecha sólo se refirió al sector a través de ruedas de prensa y afirmó que “no es posible atender su pedido porque se debe  cuidar la economía del país”.

LA PROTESTA LANGUIDECE

Desde su arribo, la caravana intentó de todo. Se crucificaron, marcharon, se colgaron de una pasarela se enfrentaron con la policía e incluso tuvieron que enfrentar el dolor de perder a dos de sus afiliados que fallecieron arrollados por un motorizado mientras hacían una vigilia en Cochabamba, pero su protesta, en los últimos días perdió fuerza y no tiene los resultados que esperan. 

Por esa situación, varios movilizados decidieron abandonar la vigilia y retornar a sus hogares, teniendo en cuenta que al principio eran más de mil personas y poco a poco ese número se redujo.

Los dirigentes aseguran que una gran parte de sus compañeros retornó a sus ciudades de origen, debido a que el Gobierno les prometió trabajo y otros abandonaron la causa por complicaciones en su salud producto de las bajas temperaturas que se registran en esto días y otro porque ‘simplemente’ se cansaron de la indolencia de las autoridades gubernamentales.

Samuel Cabrera, dirigente de las personas con discapacidad del Oriente, afirmó que a pesar del número reducido de movilizados no claudicarán en su demanda y seguirán hasta el final. “Varios compañeros se han retirado, pero eso no significa que vamos a rendirnos, los que quedamos aquí somos los valientes y vamos a llegar hasta el final. Ya hemos roto récord en el tiempo de movilización y vamos a quedarnos”, indicó.

Por su parte, el representante de La Paz, Jorge Flores, dijo que las personas que dejaron la vigilia se fueron por el acuerdo de 42 puntos que fue suscrito con otro sector de personas con discapacidad y que ‘prometía’ trabajo, empero se dieron cuenta que esa oferta era temporal y decidieron seguir respaldando el pedido de la renta.

“Han vuelto los hermanitos y otros están llegando de las áreas rurales porque se han cansado de que la Policía nos maltrate y están llegando a apoyar. Estamos más fuertes que nunca”, aseveró.

Ambos representante coincidieron al señalar que participarán en el paro de 72 horas anunciado por la Central Obrera Boliviana (COB) y aún esperan la invitación al diálogo para solucionar el conflicto.