El Consejo de Derechos Humanos de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) publicó un comunicado en el que el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad Hussein, manifesta su preocupación por la intervención militar en el estado brasileño de Río de Janeiro, Brasil.

"Estoy preocupado con la adopción reciente en Brasil de un decreto que da a las Fuerzas Armadas autoridad para combatir el crimen en el estado de Río de Janeiro y coloca a la policía bajo el mando del Ejército", dijo Hussein en el comunicado.

Subraya que las Fuerzas Armadas no están especializadas en temas de seguridad pública por lo que podrían cometer abusos y condenó las peticiones del Ejército en favor de medidas que "en realidad equivalen a una amnistía para que las tropas puedan cometer violaciones de los derechos humanos".

Se refiere a la petición del comandante del Ejército, Eduardo Villas Bôas, quien manifestó al presidente Temer que lo ideal sería que hubiera garantías de que no surgiera una Comisión de la Verdad en el futuro, hacía referencia a la comisión que descrubió y denunció cientos de crímenes cometidos durante la dictadura militar.

El alto comisario pidió "con urgencia" que las autoridades garanticen el respeto a los derechos humanos y que prevengan la criminalización de los pobres. Además, celebró la creación de un observatorio de derechos humanos por parte de activistas y representantes de las favelas de Río de Janeiro.

El 16 de febrero el Gobierno brasileño decretó que las Fuerzas Armadas coordinen el área de seguridad pública en el estado de Río de Janeiro, alegando una ola de violencia a la que las autoridades regionales no podían enfrentar. La Policía, los bomberos, el servicio de inteligencia y la administración penitenciaria están bajo mando de un militar.