El Consejo ejecutivo de la organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) eligió este 13 de octubre a la exministra francesa de Cultura Audrey Azoulay como la nueva directora general de la organización, después de cinco rondas de votación, obtuvo 30 votos de 58, el mínimo para reemplazar a la directora general actual, Irina Bokova. Quedó fuera por dos votos, el candidato catarí Hamad bin Abdulaziz al Kawari.

Audrey Azoulay es francesa de nacimiento, pero tiene origen marroquí y familia judía. Fuje Ministra de Cultura en el mandato de François Hollande, nació en 1972 en París, en el seno de una familia judía imbricada en la monarquía marroquí: su padre, el político y banquero André Azoulay, fue consejero de Hasán II y mantuvo el puesto con el actual rey, Mohamed VI.

Ha ocupado diversos puestos en el sector audiovisual público francés y en la implantación de la televisión digital terrestre, por lo que en Francia se le considera como una mujer muy cercana al mundo del cine y la televisión. Tiene dos hijos y está casada con un alto funcionario francés, se define a sí misma como una "ciudadana del mundo", y habla francés, inglés y español con fluidez.

Desde 1945, la dirección de la Unesco fue ocupada por europeos, estadounidenses, un asiático y un africano, los países árabes presentaron cuatro candidaturas, además de Qatar y egipto, también el Líbano e Irak, aunque al final retiró su candidatura. Francia argumentó que Azoulay -una franco-marroquí de confesión judía y con un padre consejero personal del rey de Marruecos Hassan II- es lo que necesita la organización, “un proyecto en el que todos los estados miembro puedan reconocerse, que restablezca la confianza y supere las divisiones políticas".