El expresidente de Ecuador, Rafael Correa, pidió al presidente Lenín Moreno revisar su política de diálogo y apertura con la oposición, ya  que considera que sería una traición a la política que manejó los últimos diez años.

La postura del ex presidente es apoyada por los asambleístas del partido gobernante. "No voy a ser parte de un Gobierno que esté cogobernando con la peor historia nefasta política de nuestro país", dijo la asambleísta Marcela Aguiñaga en referencia al acercamiento con el dirigente del partido Fuerza Ecuador, Abdalá Bucaram Pulley.

Moreno fue criticado por Correa a través de su cuenta de Twitter, se refirió en concreto a la aproximación con la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), a la que el devolvió su sede en calidad de comodato a 100 años, Correa la retiró durante su mandato. Esta organización fue una de las que mayor oposición presentaron al Gobierno de Rafael Correa principalmente por el extractivismo de recursos naturales.

Añadió, también en Twitter, que su revolución "es de amor, no de odio", pero que "jamás debemos olvidar con quién nos sentamos a la mesa, a riesgo de legitimar a los que saquearon a nuestro país, desaparecieron a nuestros niños, ultrajaron a la República con sus vulgares componendas".

El actual presidente contestó, con un tuit, a las observaciones afirmando que el diálogo continuará.

Por otro lado, el presidente recibió el respaldo de los ministros, la canciller María Fernanda Espinosa apoyó a Moreno: "Sin claudicar nuestros principios y conquistas, vamos por un Ecuador unido y en paz".

El expresidente Rafael Correa criticó las primeras medidas adoptadas por su sucesor, en medidas como la Ley de Comunicación, los cambios al sistema de educación superior, el combate a la corrupción, la deuda del Estado con el IESS y el perdón presidencial.

Moreno asumió la presidencia de Ecuador el 24 de mayo, luego de 10 años de mandato de Rafael Correa, quien ha anunciado que el 10 de julio saldrá del país y radicará en Bélgica.