Este domingo 5 de junio en el Vaticano, el Papa Francisco presidió la Misa en la que se realizó la canonización del P. Estanislao Papczynski, y de Mary Elizabeth Hesselblad. Se trata de un sacerdote polaco y una monja Sueca que vivieron los horrores de la Guerra y encontraron a Dios.

P. Estanislao de Jesús y María (cuyo nombre original fue Juan Papczynski) fue el sacerdote fundador de los Clérigos Marianos de la Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen María, primera congregación masculina polaca. Fue beatificado en 2007.

Estanislao fue escritor y exhortaba al mundo a contemplar la misericordia de Dios y dirigirse a María para pedir su guía y cuidado.

Como capellán de las tropas polacas durante la guerra contra Turquía en Ucrania en 1674, fue testigo de la muerte de cientos de personas que dejaban esta vida sin tiempo para prepararse para su encuentro con Dios.

Además, tuvo visiones de las almas del Purgatorio y desde entonces no paró de pedir oraciones y penitencia.

El pasado 21 de enero la Santa Sede aprobó el milagro para su canonización. Este consistió en la curación de una joven polaca de 20 años, que sufría de un problema respiratorio, el doctor que la atendía había dictaminado que sus pulmones estaban destruidos y que su muerte era inminente.

Mary Elizabeth Hesselblad

Mary Elizabeth Hesselblad fue una luterana conversa al catolicismo en Suecia que salvó a muchos perseguidos durante la Segunda Guerra Mundial. Por muchos años se dedicó a asistir a los enfermos en Estados Unidos. Allí conoció a la Iglesia católica y se convirtió.

El 9 de septiembre de 1911, comenzando con 3 jóvenes postulantes inglesas, refundó la Orden del Santísimo Salvador de Santa Brígida con la misión de orar y trabajar especialmente por la unión de los cristianos de Escandinavia con la Iglesia Católica.

Durante y después de la segunda Guerra Mundial, Mary Elizabeth promovió un movimiento por la paz con católicos y no católicos, trabajando fuertemente en el ecumenismo.

Fue beatificada por el Papa San Juan Pablo II el 9 de abril del año 2000. Y el 14 de diciembre de 2015, el Papa Francisco aprobó el segundo milagro atribuido a la beata.