La historia de Presencia, el matutino católico publicado entre 1952 y 2001, es relatada a partir de una investigación hemerográfica, además de los testimonios y la reflexión de una treintena de personalidades y periodistas en el libro “Presencia, una escuela de ética y buen periodismo”. 

La obra —coordinada por el periodista e investigador Juan Carlos Salazar y editada por la Fundación para el Periodismo y Plural Editores— será presentada hoy, a las 19.00, en el auditorio principal de la Asociación de Periodistas de La Paz, ubicado en el edificio Las Dos Torres (avenida 6 de Agosto 2577).

Según señala Salazar en la contraportada del libro, su objetivo es rendir un homenaje a periodistas como Huáscar Cajías Kaufmann y Alberto Bailey Gutiérrez, quienes convirtieron la modesta redacción del periódico paceño en una “escuela de periodismo de la que carecía Bolivia”, según agencias.

Para ello, la obra reúne medio centenar de escritos sobre Presencia firmados por personalidades como Huáscar Cajías, Alfonso Prudencio (Paulovich), Armando Mariaca, Pedro Shimose, Luis Ramiro Beltrán, Óscar Rivera Rodas, Ana María Romero, Tito de la Viña, entre otros. 

De esa manera, el libro abarca la vida de este medio desde su creación —dada casi simultáneamente a la Revolución Nacional de 1952— hasta su desaparición el sábado 2 de junio de 2001; además expone su legado en el trabajo de varias decenas de periodistas formados en su redacción.

Además de Salazar, presentará el libro el intelectual y escritor Mariano Baptista Gumucio, quien fuera director del “medio competidor” de Presencia, Última Hora.

“Presencia fue el periódico más moderno, el más leído, el que tenía un mejor suplemento literario y ha influido en la opinión pública con un propósito que los fundadores se impusieron a sí mismos: la presencia de la Iglesia católica en la vida nacional”, explicó el intelectual. 

“Fue un periódico religioso pero no clerical, no reflejaba la posición de la Iglesia católica, pero sí destacaba su presencia en la vida social de Bolivia”, complementó.

Asimismo, Baptista Gumucio destacó el papel del periódico en la cobertura periodística de hechos como la Revolución  de abril de 1952, el inicio y el final de las dictaduras militares, la guerrilla del Che Guevara en Bolivia, el asalto a las remesas de Comibol en Calamarca, etc.

En el texto también se hace referencia al hecho de que el medio fue constantemente perseguido y asediado, especialmente por grupos de poder y los gobiernos de las dictaduras.

Salazar sostiene que la historia del periódico se encuentra “íntimamente ligada a la historia de Bolivia” en una época de “grandes turbulencias políticas”.

El periódico de la Iglesia católica fue, según Salazar, “testigo y protagonista porque siempre estuvo presente con su voz orientadora en la defensa de los valores democráticos y los derechos humanos, civiles y políticos”.