La organización Abuelas de Plaza de Mayo anunció con el encuentro de una nueva nieta, la hija de Violeta Graciela Ortolani y Edgardo Roberto Garnier, nacida en enero de 1977 durante el cautiverio de su madre. La organización busca a los hijos de las parejas jóvenes desaparecidas durante la dictadura argentina de 1976 a 1983.

"Se me completó la vida", aseguró la joven en la conferencia de prensa. La mujer de 40 años contó que se aproximó a la sede de la organización cuando se enteró que no era hija biológica de sus padres.

"El lunes [4 de diciembre] ya estaba acá, quería saber si era hija de desaparecidos, más que nada por mi fecha de nacimiento", explicó.

Tras hacerse los análisis de sangre, le dijeron que no había compatibilidad, decidió seguir su vida "pensando otra historia alternativa”. Pero el pasado lunes 27 volvió a recibir un llamado de la Conadi, esta vez para comunicarle que debían darle información muy importante en persona.

La joven se refirió a la felicidad que le provocó "pasar de pensar que fui abandonada, no deseada, a sentir que fui una persona muy querida, muy deseada, muy buscada".

Abuelas de Plaza de Mayo busca a unos 500 bebés que nacieron en el cautiverio de sus padres y fueron apropiados por agentes de la dictadura o dados en adopción ilegal.

Su historia

La página de la organización Abuelas de la Plaza de Mayo cuenta la historia de los padres de la nieta encontrada y de su búsqueda:

Violeta nació en la Ciudad de Buenos Aires el 11 de octubre de 1953. Edgardo nació el 7 de agosto de 1955 en Concepción del Uruguay, provincia de Entre Ríos. La pareja militó en la FAEP, Edgardo también militó en la JP y Violeta en la JUP. Luego, ambos formaron parte de Montoneros. Sus compañeros la llamaban "La Viole" y, a él, "La Vieja Bordolino" o "El Viejo".

Violeta y Edgardo se casaron el 7 de agosto de 1976 en una sencilla ceremonia religiosa realizada en Bolívar. Ella estaba embarazada de 3 meses. La pareja pensaba llamar a su bebé Vanesa, si era nena; Marcos o Enrique, si era varón.

Violeta fue secuestrada el 14 de diciembre de 1976 en el Barrio La Granja de La Plata, con un embarazo de 8 meses. Desde entonces, Edgardo buscó por cielo y tierra a su mujer y luego regresó a su pueblo en Entre Ríos. Cerca de la fecha probable de parto, emprendió nuevamente la búsqueda. Se despidió diciendo que iba a buscar a su hijo y, al poco tiempo, el 8 de febrero de 1977, en La Plata, él también fue secuestrado.

Desde entonces, su familia continuó la búsqueda y fue una de las primeras en hacer la denuncia en Abuelas de Plaza de Mayo. Pero nunca se obtuvo ningún dato fehaciente y concreto sobre la pareja ni sobre la niña o niño que debió nacer en cautiverio. Hasta ahora.