El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) señaló que a nivel mundial, cerca de 130 millones de estudiantes entre los 13 y 15 años experimentan casos de acoso escolar. Es decir, que uno de cada tres estudiantes han sido víctimas de este problema al menos una vez.

Asimismo, según los datos presentados en el informe ‘Una situación habitual: Violencia en las vidas de los niños y los adolescentes’ del mencionado organismo, 732 millones de niños en edad escolar entre 6 y 17 años viven en países donde el castigo corporal en la escuela no está completamente prohibido, tal es el caso de Bolivia.

“Normalmente, los padres, los profesores, los estudiantes y las comunidades, esperan que las escuelas proporcionen un entorno seguro para el crecimiento, el aprendizaje, el desarrollo y la prosperidad de los niños. Aun así, la violencia en las escuelas impide a muchos niños de todo el mundo extraer el máximo beneficio de las oportunidades educativas y desarrollar su potencial”, señala Unicef. Y advierte que la violencia en la escuela afecta a la asistencia, contribuye a unos resultados académicos más bajos y conlleva tasas más altas de abandono escolar, dañando así, el futuro de los niños.

“El acoso, los abusos sexuales, el castigo físico, los ataques y los tiroteos a las escuelas son algunas formas de violencia en la escuela, y todas ellas tienen un efecto destructivo en los niños, sus familias y sus comunidades”, señala.

De hecho, resalta el mencionado organismo, en los últimos 25 años se registraron 59 tiroteos en las escuelas de 14 países que, según los informes, causaron por lo menos un fallecimiento; casi 3 de cada 4 de estos incidentes ocurrieron en los Estados Unidos.

Asimismo, en 2016 se documentaron o verificaron cerca de 500 ataques o amenazas de ataques contra escuelas en 18 países o territorios alrededor del mundo.