Ciudadanos bolivianos que residen en Buenos Aires, Argentina, denunciaron que fueron víctimas de discrminación y xenofobia en la región del Cementerio de las Flores, donde gendarmes argentinos los requisaron ‘de pies a cabeza’ y no les permitieron celebrar Todos Santos.

La denuncia la hizo Giovani Mamani, en un escrito publicado en ‘La izquierda diario’.

“Como ya muchos saben, por estas fechas tenemos la costumbre de celebrar y visitar en los cementerios a nuestros seres queridos que no están entre nosotros. Se los agasaje llevándoles música, comida, amuletos y bebidas para compartir unos minutos con ellos, recordando los buenos tiempos. A estos agasajos lo llamamos "la fiesta de todos santos" o "fiesta a nuestros muertos". (Pero) Ayer no hubo agasajo ni celebración porque fuimos blanco de discriminación de este Gobierno, a pesar de ser una de las grandes colectividades de inmigrantes que trabajamos casi de sol a sol”, inicia su relato.

Según cuenta, el cementerio de Flores fue militarizado por policías y gendarmes que “nos trataron como a delincuentes revisándonos nuestras pertenecía e impidiendo que compartiéramos un momento con seres queridos, intimidándonos con llevarnos si nos resistíamos a cualquier orden suya”.

“Según ellos, ya no nos permitían hacer estas costumbres, como si hubiera salido un decretó de la noche a la mañana y sin comunicarnos previamente. Es injusta la prepotencia con la que actuaron quitándonos todo y metiéndolo en una bolsa de basura”, relata.

Mamani, finalmente, señala que esta es una muestra de que “el Gobierno quiere una población sumisa, apacible y con miedo, para poder avanzar en su plan de ajuste, como son la reforma laboral y la reforma de educación.”

“Su lógica es de poner "orden" en el país dicen, pero si aceptamos ese "orden" cada vez nos exigirán más "orden"(mas "orden" para sus ganancias), y así es que avanzan cada vez sobre nuestros derechos, uno que pareciera tan inocente como una celebración tradicional”, concluye.