Susana Inch, asesora Jurídica de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), informó que para esta tarde está prevista la audiencia de conciliación entre Monseñor Eugenio Scarpellini y los miembros del directorio de la Fundación Cuerpo de Cristo.

Sin embargo, descartó que se vaya a llegar a ningún tipo de conciliación ya que no existen pruebas que indiquen que Scarpellini cometió algún delito penal.

“Esta tarde está prevista una audiencia en la ciudad de El Alto en la que se citó tanto al Monseñor Scarpellini como a los miembros del directorio Cuerpo de Cristo. La audiencia es conciliatoria y la razón es que una vez que la fiscalía rechazó la denuncia del señor Zapata porque no existe ningún elemento que haga pensar la existencia de ningún delito, entonces lo que hizo el señor Zapata es convertir la acción a una privada, es decir, que queda como una situación entre dos partes en conflicto que será resuelta por la juez”, aseguró Inch.

Asimismo, anunció que tampoco se cumplieron los procedimientos para instalar tal audiencia, por lo que descartó cualquier tipo de conciliación.

“No se ha cumplido con el procedimiento porque antes de llamar a conciliación la juez debería haber hecho conocer los términos de la querella del señor zapata para poder asumir defensa. No se va a dar ningún tipo de conciliación y se ha pedido a la juez que regule la situación para asumir la defensa”, agregó la asesora jurídica de la CEB.

Finalmente, Inch aseguró que una vez concluido el proceso, se presentará una denuncia en contra de Alejandro Zapata por acusación y denuncia falsa.

Alejandro Zapata había presentado una denuncia en contra de Scarpellini ante el ministerio Público por los delitos de Falsedad Material, Uso de Instrumento Falsificado y Asociación Delictuosa en su disputa por retomar el control de la Fundación Cuerpo de Cristo (FCC), una obra del fallecido sacerdote alemán Sebastián Obermaier.

El denunciante argumenta ser fundador de Cuerpo de Cristo y que los denunciados habrían manipulado para beneficio propio, un documento que Obermaier dictó y firmó antes de morir, donde en su calidad de presidente vitalicio de la Fundación, separa a Alejandro Zapata por haber incursionado en actividad política, ignorando los estatutos internos que prohibían esa situación.