Un punto de oro. Bolivia logró un valioso empate en Chile (1-1) y mantiene su sueño de pelear por una clasificación al Mundial. El cerrojo defensivo y la gran efectividad de Martins le permitieron a la Selección robar una unidad.

El partido, en su totalidad, fue de alto riesgo para la Verde. Los de Farías armaron un verdadero cerrojo deportivo que le permitió aguantar  los constantes ataques de Chile, que tuvo a Bolivia casi contra su arco durante todo el primer tiempo.

De hecho, solo durante los primeros 20 minutos Chile ya había estrellado el balón dos veces contra el palo y había fallado hasta goles a arco vacío. Una suerte poco habitual para la Verde.

Por eso, durante los primeros 45 minutos Bolivia defendió casi en el área chica, siempre muy cerca de un Carlos Lampe que respondió cada vez que fue exigido y tratando de agarrar un poco de oxígeno cada vez que Martins conseguía una falta a favor, siempre cerca del medio campo.

Ya para el segundo tiempo, Farías tuvo una buena lectura del partido. Renunció a su idea de mantener tres hombres de ataque – Martins, Henry vaca y Rodrigo Ramallo- y volvió un esquema clásico: el 4-4-2.

Salieron Vaca y Ramallo e ingresaron Gilbert Álvarez y Juan Carlos Arce. Además, también salió Boris Céspedes e ingresó Enrique Flores para reforzar la marca por el lateral izquierdo, que era el lugar por donde más sufría la Verde.

Con el cambio de hombres y esquema, se logró frenar la intensidad chilena. Aunque la Roja seguía con el dominio del balón – tuvo más del 70% del dominio de la pelota- ya no encontraba los espacios para inquietar a un Lampe que estuvo seguro en cada pelota área.

Empero, todo parecía irse abajo a los 69 minutos, cuando Erick Pulgar logró derribar la muralla boliviana. El mediocampista chileno sorprendió a propios y extraños entrando “de atrás” y logró vencer a un sorprendido Carlos Lampe.

Con el gol abajo, Chile bajó el ritmo del partido, siguió atacando, pero tratando de asegurar el dominio del balón en cada jugada.

Así, los minutos pasaban y parecía que Bolivia no era capaz de reaccionar, pero apareció su figura excluyente. Martins recibió – por primera vez en el partido- el balón en el área chilena y lanzó el remate de primera intención.

La pelota pegó en la mano de un defensor chileno y, a instancias del VAR, el árbitro cobró la pena máxima.

La responsabilidad la tomó el actual goleador de la Verde y las Eliminatorias (6 goles) y logró empatar el encuentro, para sorpresa de todos, a los 82 minutos.

Con el empate, Bolivia volvió a armar su doble línea defensiva de cuatro hombres y resistió todos los pelotazos lanzados por los chilenos.

El árbitro adicionó más de seis minutos y en la última jugada hasta el arquero chileno, Claudio Bravo, fue en busca del gol de triunfo, pero la Verde no dejó espacios para poder festejar.

Así, el partido terminó empatado y permitió a Bolivia sumar su segundo punto en condición de visitante – ya había empatado 2-2 frente a Paraguay-.

Con el empate, la Verde suma cinco puntos y está a solo tres unidades del puesto de reprechaje para ir al Mundial.