Por errores propios más que virtudes del rival, Bolivia perdió ante Perú (3-1) y necesita un milagro para seguir con vida en la Copa América, pues deberá ganar – y hasta golear- a Venezuela y ver qué pasa en los otros grupos para tratar de aspirar a ser uno de los mejores terceror para pasar a cuartos de final.

No fue un mal primer tiempo de la Verde, que por varios pasajes del partido logró quitarle la pelota a la selección incaica.

Diego Bejarano por la derecha y Marvin por la izquierda, apoyados por Leonel Justiniano, Fernando Saucedo y Alejandro Chumacero, lograron un buen equilibrio en el medio campo de la Verde.

De hecho, eso permitió que, al menos, por partes del partido el equipo nacional logre acercarse a arco contrario. Por eso Bolivia logró ponerse en ventaja. Un remate de Saucedo dio en la mano de un defensa peruano, y el árbitro cobró penal a instancias del VAR.

Martins tomó la responsabilidad y batió a Gallese con un buen remate raso, para poner en ventaja a la Verde y, de paso, ponerse a dos tantos de ser el goleador histórico de la Selección.

Tras el gol, Perú no encontraba los caminos para inquietar a Lampe, y tuvo que ser un grave error de Saavedra – de pésimo partido- el que posibilite a Cuevas habilitar a Guerrero para que elimine al portero boliviano y anote el empate cuando faltaba un minuto para el final del primer tiempo.

Ya en el segundo tiempo, Perú entró más decidido a llevarse los tres puntos ante una Bolivia que buscaba mantener el orden defensivo.

No obstante, fue un nuevo error de Saavedra el que le posibilitó que se ponga en ventaja la selección peruana. Y es que el mediocampista de Bolívar tuvo una endeble marca ante Guerrero, le dio todo el tiempo para levantar la cabeza y tirar un centro exacto que fue bien conectado por Farfán, que le ganó en el salto a Marvin Bejarano.

El gol fue un duro golpe para los de Villegas que, sin embargo, tuvieron una inmejorable ocasión para empatar el encuentro. Castro lanzó un buen remate que fue despejado por Gallese, pero el balón quedó botando dentro del área grande. Ahí llegó Saavedra, que sin oposición ni de defensores ni del arquero mandó el balón al cielo, cerrando así su negra noche.

Con el reloj como su principal aliado, Perú empezó a manejar los hilos del partido. Mantuvo la posesión del balón, haciéndola circular por todo el ancho de la cancha,

El último gol peruano llegó al quinto minuto de descuento. Un contragolpe dejó a Flores mano a mano con Lampe y el volante incaico no falló para poner cifras finales al partido.