El fútbol moderno tiene una importante base en el poder económico que pueda llegar a tener ciertos clubes comprados por magnates o jeques. Pero aquello no implica necesariamente un éxito instantáneo. Si no pregúntenle al París Saint-Germain o al Manchester City.

Un nuevo fracaso continental sumaron ambos elencos, despidiéndose de manera prematura de la Liga de Campeones. Los parisinos, a manos del Manchester United, quedando eliminados por tercera vez seguida en los octavos de final. Los ingleses, ante el Tottenham. Con Pep Guardiola al mando, no conocen las semifinales de esta competencia, la más brillante, la más relevante.

Pero los tropiezos no son solo de los clubes ricos. También sucedió en casos de elencos de gran historia, como el Real Madrid y el Bayern Múnich. Nadie está libre.

El fracaso de los petrodólares

Entre 2011 y 2012, el grupo Qatar Investment Authority se hace cargo del PSG, disponiendo de una gran cantidad de dinero para luchar por la Champions. En efecto, han invertido 1.149 millones de euros (US$ 1.290 millones) en jugadores, de los cuales 222 millones fueron para adquirir a Neymar, el jugador más caro de la historia.

Si el objetivo es la Orejona, las caídas son constantes. Desde que los qataríes están al mando, el PSG nunca ha llegado ni a semifinales. De la temporada 2012-2013 a la 2015-2016 quedaron afuera en cuartos (Barcelona, Chelsea, Barcelona y Manchester City, respectivamente). En las últimas tres se despidieron en octavos (Barça, Real Madrid y Manchester United). Su gran estrella, Neymar, otra vez quedó descartado en una etapa clave de la temporada por lesión. Ya le pasó en 2018 antes del Mundial. “Una vez más somos eliminados cuando lo teníamos todo en nuestras manos y no lo hicimos bien. Todos los años pasa lo mismo. En algún momento debemos parar y pensar qué estamos haciendo mal”, fue el crudo análisis del brasileño Marquinhos cuando cayeron con los Diablos Rojos.

En este sentido, el factor psicológico pesa mucho, una especie de “miedo escénico” en grandes instancias. Un plantel con Mbappé, Cavani, Thiago Silva, Dani Alves, Verratti, Draxler y Buffon no pudieron manejar una ventaja. Pero cabe recordar que también les pasó en 2017, cuando el Barça les ganó 6-1. Golearon 4-0 en la ida y no clasificaron. Ese resultado sepultó la estadía de Unai Emery. El alemán Thomas Tuchel tampoco pudo cruzar el umbral de octavos. Tener un plantel descompensado es un pecado para cualquier equipo: exceso de estrellas de mitad hacia arriba, falta de alternativas atrás.

Una situación que también afecta sus intereses es la poca competencia interna. Dominar la liga francesa con tanta holgura no les ayuda. Laurent Blanc lo analizó así: “Su problema es que cada semana en Francia están con casi un 70% de posesión y no tienen que hacer trabajo sin pelota. No tienen la intensidad de luchar en los últimos cinco minutos. Necesitan más competencia en la liga para la Champions”. Una de las interrogantes a futuro dice relación con el fair play financiero al que se debe regir, ya que la UEFA los tiene en la mira. No es descabellado la venta de alguna de sus estrellas para “hacer caja”.

Algo más cerca en el tiempo fue la emocionante definición entre el City y los Spurs, con un final trágico para los de Pep Guardiola. Un plantel multimillonario, confeccionado para ser el mejor de Europa, nuevamente tropieza. Ya sea una jugarreta del destino o no, lo cierto es que bajo el mando del entrenador catalán, no han podido siquiera alcanzar las semifinales. En las últimas tres temporadas fueron eliminados por el Monaco, el Liverpool y el Tottenham, respectivamente.

Más de 600 millones de euros gastados en fichajes desde el arribo del ex DT del Barcelona, armando un plantel casi nuevo respecto al que estaba con Manuel Pellegrini. De la época del Ingeniero sobreviven Kompany, Sterling, Agüero, De Bruyne, Delph, David Silva, Fernandinho y Otamendi. A lo menos seis de ellos son titulares con Pep.

Una columna de opinión publicada por The Guardian habla sobre una “narrativa del fracaso” en la que está Guardiola, ya que las caídas del City son más sonoras debido a la alta expectativa de títulos por la inmensa inversión. “Si Guardiola ha desarrollado un complejo sobre la Liga de Campeones, no sería una sorpresa. Él es, después de todo, de la generación de fanáticos de Barcelona que creció con la sensación de que la competencia no era para ellos sino para el Real Madrid”, señala.

Los históricos

El baile que le dio el Ajax al Real Madrid en el Santiago Bernabéu fue una muestra clara del flojo curso que ha tenido el elenco merengue, que conllevó la salida de Santiago Solari y el retorno de Zinedine Zidane, quien fue el arquitecto del tricampeonato de Europa. Claramente, ver al Madrid caer en octavos de final causa sorpresa (no sucedía desde 2010, con Pellegrini en la banca), por sus antecedentes. Pero no sorprende tanto por la escuálida performance en cancha.

Pese a ser un club robusto financieramente, la directiva encabezada por Florentino Pérez no sustituyó a Cristiano Ronaldo con alguien de nivel. Esto trajo consigo que el equipo perdiera poder de fuego arriba. Bale, Marco Asensio, Mariano Díaz… ninguno tomó la posta de CR7. El único que levantó el vuelo fue Karim Benzema, constantemente criticado. Para la temporada que viene, se anuncia una revolución en el plantel. El primer apuntado es Eden Hazard.

Otro coloso que se despidió en octavos fue el Bayern Múnich. A los bávaros les sucede algo similar al PSG en Francia: su dominio arrollador en el ámbito local no lo traspasa al terreno continental. La falta de competencia interna le pasa la cuenta. El Liverpool les ganó en Múnich para eliminarlos prematuramente. De las anteriores siete ediciones de la Champions, en seis se metieron como mínimo en semifinales. Duro golpe para Niko Kovac, el mismo que le abrió la puerta de salida a Arturo Vidal a inicios de la temporada.

Dentro de este grupo de históricos, también se puede incluir al Manchester United y a la Juventus, ambos afuera en cuartos. Ni los millones ni la camiseta ni las estrellas aseguran éxito. Si no, pregunten en Londres: el Tottenham es semifinalista sin fichar a un solo jugador.

// La Tercera