La selección boliviana tuvo un buen arranque – aunque pudo ser mejor- en el Sudamericano Sub20 que se disputa en Chile.

La verdecita logró rescatar un empate ante la Selección local en un partido que, incluso, pudo terminar con victoria boliviana.

Fue un excelente primer tiempo de los de Viruez. Ordenados, rápidos y sin renunciar al ataque.

Por eso, Bolivia logró ponerse en ventaja rápidamente, gracias a un excelente remate de Ramiro Vaca.

El 10 de la verdecita recibió el balón en el borde del área y tras un remate cruzado pudo gritar el 1-0 a los 6 minutos de partido. Dicho sea de paso, festejó su gol pidiendo mar para Bolivia.

Tras el gol, el local se fue con todo al ataque, pero se encontró con la enorme figura de Arauz, el arquero boliviano que se convirtió en una verdadera muralla.

Ya en la agonía del primer tiempo, Bolivia pudo aumentar la ventaja. Una buena jugada colectiva terminó con el remate de Ferrufino que pasó rozando el palo derecho del arquero chileno.

Nom obstante, la etapa complementaria tuvo otro libreto. Bolivia casi renunció por completo a ir al ataque y se dedicó a defender las embestidas chilenas, que siempre chocaban contra una muralla.

Por eso, tuvo que ser una pelota parada la que les diera el empate. ‘Dos cabezazos en el área termina en gol’ dice una premisa del fútbol y se cumplió en la noche de Rancagua gracias a Lucas Alarcón  a los 16 minutos del complemento.

Tras el gol, Chile fue una aplanadora, pero nunca pudo derrotar al inspirado arquero boliviano.

Sobre el final la Verde tuvo dos contragolpes que pudieron llevar peligro al arco local, pero faltó piernas y la cabeza fría.

Así, Bolivia empató en su estreno del Sudamericano Sub20 y dejó buenas sensaciones de cara al futuro.