El ‘nuevo’ Tigre de César Farías no pudo en Paraguay. Fue un partido en el que le salió todo mal. Jugó con un hombre menos durante más de una hora – por una exagerada decisión del árbitro- y no pudo resistir el cero en su arco. A eso se sumaron errores puntuales que le costaron encajar tres goles en su primera salida en la presente edición de la Conmebol Libertadores.

Mientras estaba con 11 jugadores era un partido tranquilo para el Tigre. Bien ordenado lograba defender sin mayores problemas los constantes centros de Libertad. Incluso estuvo cerca de marcar el primero, pero el remate de Wayar fue despejado por un defensa.

Empero, si un error tuvo el equipo de Farías fue meter la pierna fuerte en momentos y circunstancias innecesarias. Era una falta tras otra, en jugadas alejadas del área que permitían que Libertad pueda hacer lo que mejor sabe, lanzar la pelota al área para apelar a su buen juego aéreo.

Y, precisamente, producto de esas faltas consecutivas llegó la peor noticia para los de Achumani. Carcelén, que había sido la figura del Tigre en el debut ante Peñarol, cometió dos faltas, casi consecutivas que le costaron la roja.

Fue una decisión exagerada del árbitro, es cierto, pero el ecuatoriano no controló sus ansias y dejó a su equipo con 10 a los 28 minutos del partido. Por su expulsión, Farías tuvo que sacar a Ibargüen, puso a Valverde y resignó toda posibilidad ofensiva.

Con 10 hombres el libreto del Tigre cambió por completo y sólo se dedicó a defender el cero en su arco. Aun así no pasaba mayores problemas hasta el minuto 60, cuando una desconcentración permitió que Báez logre anotar el primero mediante un cabezazo.

Ahí se desmoronó el cuadro de Achumani. Si bien intentó adelantar sus líneas no tuvo la fuerza necesaria para tratar de buscar el empate y más aún cuando llegó el segundo gol paraguayo gracias a una jugada fortuita.

Un remate rebotó en Valverde y descolocó a Caballero. La pelota pegó en el palo y llegó Leiva para anotar el segundo con arco desguarnecido.

Ahí acabó el partido. Libertad no quiso más y el Tigre no pudo más. Por eso, no hubo mayores incidencias sino hasta el minuto 90, cuando un remate que parecía no traer mayores problemas fue mal controlado por Caballero, que dejó un rebote que nuevamente fue bien aprovechado por Leiva.

Así el Tigre perdió en un partido en el que no le salió nada bien y encajó su cuarta derrota consecutiva.