Ayer se jugó una nueva fecha del torneo Apertura de la División Profesional del fútbol boliviano y dejó suerte distinta para ambos equipos paceños.

Bolívar, por un lado, derrotó en un cerrado partido a Universitario por 2 tantos contra 0, pero sigue sin convencer a su hinchada que empieza a pedir la cabeza de su entrenador Vinicius Eutrópio.

El Tigre, por su parte, perdió un polémico partido en Oruro, en el que terminó jugando con 9 hombres y con un penal en contra.

En La Paz fue un partido atípico para Bolívar. La hinchada mostró su inconformidad en gran parte del encuentro por el mal rendimiento de su equipo que, sin embargo, logró reponerse del empate que consiguió ante Colo Colo en La Paz.

Aunque Bolívar logró dominar el trámite del encuentro, durante los primeros 45 minutos no logró abrir el marcador, en parte por su propia ineficacia y luego por la buena actuación del arquero visitante.

Cada minuto que pasaba, crecía más la ansiedad académica, que, a momentos, se veía frustrada. Por eso, fue un alivio para el local que el primer gol haya llegado rápido en el segundo tiempo. A los 56 minutos, Riquelme logró vencer, por fin, al arco capitalino.

El gol pudo tranquilizar a Bolívar, que empezó a jugar con más calma y paciencia en busca del segundo. Diego Bejarano, a los 76 minutos, logró ampliar las cifras gracias a un remate de larga distancia. Era partido liquidado.

Ni la expulsión del exatigrado logró complicar el partido para la Academia, que se acomoda en el segundo lugar del grupo A. Su serie, sin embargo, sigue siendo dominada por Wilstermann, que el sábado derrotó a Destroyers en Santa Cruz (2-0).

Un partido polémico en Oruro

El líder del grupo B, The Strongest, tuvo una visitada complicada a San José en un partido, al menos, polémico que terminó perdiendo por 3 a 1.

El conjunto de Carlos Ischia no jugó bien, es cierto, pero algunas determinaciones arbitrales terminaron por inclinar la balanza a favor del Santo, que aprovechó bien las fallas defensivas del Tigre.

El primer gol llegó a los 25 minutos, un error de Ballivián, sumado a un error de cálculo de Carcelén, permitió a Saucedo encarar sin ninguna resistencia a Peñarrieta, a quien dejó en el camino para anotar el primer tanto.

14 minutos después vino la primera polémica. Sanguinetti dio una patada a Raúl Castro en la rodilla. El atigrado reaccionó con otra patada y el árbitro Jordán decidió expulsar al atigrado y solo sacar una amarilla al Santo.

No obstante de quedarse con 10 hombres, el Tigre logró llegar al empate en la última jugada del primer tiempo. Un tiro libre de Escobar fue conectado por Marvin Bejarano, el balón se estrelló en el travesaño y el rebote lo logró concretar Jara para igualar el marcador.

Empero, el segundo tiempo fue una verdadera pesadilla para el cuadro de Achumani. Aunque durante los primeros minutos logró sobrellevar el partido, un error arbitral y una nueva expulsión terminaron por liquidar el encuentro.

Transcurría el minuto 60 cuando Rodrigo Ramallo cayó en el área ante la marca de Veizaga. El árbitro cobró penal, aunque no hubo contacto del atigrado. La decisión enfureció a Pablo Escobar, que fue a reclamarle al árbitro y se hizo acreedor de la segunda tarjeta amarilla.

Saucedo fue el encargado de convertir la pena máxima y ahí prácticamente se terminó el partido. Con dos hombres menos, el conjunto de Achumani no logró ni siquiera inquietar el arco del Santo, que puso cifras finales a 6 minutos del final gracias a Jair Reinoso.

Aun con la derrota, el Tigre sigue como líder del grupo B, pero puede ser alcanzado por San José, que todavía debe un partido contra Universitario.