River Plate cumplió sus deberes y derrotó a Lanús en el Monumental por el partido de ida de las semifinales de la Conmebol Libertadores Bridgestone.

Con el solitario gol de Ignacio Scocco, el conjunto de Marcelo Gallardo cumplió con las dos premisas con las que había empezado el encuentro: ganar en condición de local y no recibir goles en contra.

Y es  que en los partidos de definición directa los goles de visitante tienen un papel fundamental. River lo sabe, en caso de meter un gol en la cancha del Granate – en la revancha que se jugará la siguiente semana- obligará a que Lanús le haga tres, un buen negocio.

No fue fácil. El partido que se jugó en el Monumental de Nuñez tuvo más trabas que buen juego. Es conocido que a River le cuesta abrir los partidos cuando el rival le juega a defenderse y Lanús, como en toda la Copa, sólo buscaba el empate de visitante para tratar de definir la seria en casa.

Por eso, el encuentro no tuvo muchas jugadas de verdadero peligro. Lo más cerca que estuvo River de abrir el marcador, antes del gol de Scocco, fue un remate de Javier Pinola que rebotó en el palo.

Por eso, el gol tardó en llegar y se concretó  a falta de 8 minutos para el final. Ignacio Scocco, el héroe de la serie ante Wilstermann, volvió a aparecer y anotó el único tanto del encuentro.

La revancha se jugará el próximo martes, en el estadio de Lanús. El ganador de la llave jugará la final de la Libertadores ante Barcelona de Ecuador o Gremio de Brasil, que mañana jugarán la ida de la otra semifinal en Guayaquil.