Con la derrota en Uruguay (4-2), Bolivia terminó una nueva Eliminatoria al Mundial con más pena que gloria. La Verde quedó en el camino y sin siquiera poder luchar por una clasificación hasta las fechas finales.

Como ya viene siendo una costumbre, Bolivia no pudo hacer respetar su localía y tampoco pudo conseguir puntos de visitante.

El gran defecto de la Verde estuvo en las primeras fechas de las Eliminatorias. Bolivia sólo ganó uno de sus cinco primeros partidos y quedó relegada desde el inicio.

Después empezó a retomar el pulso de su localía pero ya era tarde. A eso, además, se sumó que cuatro puntos que consiguió en cancha se le fueron arrebatados “en mesa” por una impugnación presentada por Chile y Perú por una mala habilitación de Nelson Cabrera.

El único aliciente que le quedó a la selección fue que ganó a dos de las mejores selecciones sudamericanas de los últimos años. La Verde logró ganar en La Paz a Argentina (2-0) y a Chile (1-0); además, pudo rescatar un punto ante la mejor Brasil de los últimos años (0-0).

Además – aunque más por una rivalidad histórica- Bolivia puede jactarse de ser la gran responsable de eliminar a Chile. No solo por el ‘caso Cabrera’ – que a la larga terminó beneficiando a Perú y perjudicando a la Roja- sino que la victoria que consiguió en La Paz ante los de Pizzi dejó al equipo trasandino al borde el KO.