Pocas veces se ve una congregación de osos polares saciando su hambre de tal manera. Si desde hace tiempo se advertía que habían cambiado de menú -el cambio climático derrite el hielo y están pasando de devorar focas a huevos de gansos en algunas zonas-, la escena que se vivió en la alejada isla de Wrangel en Siberia. 

A la isla llegó una ballena muerta arrastrada por las olas y al menos 150 osos fueron llegando para abalanzarse sobre su cuerpo. "Tienes que vivirlo para creerlo, incluso ahora hay gente que se pellizca para asegurarse de que realmente sucedió", cuenta Rodney Russ, líder de exploración de Heritage Expeditions, en su blog.

Los miembros de su equipo científico y turistas a bordo de un bote pudieron ver a una manada que incluía a osos polares de todas las edades, sexo y tamaño descender por la ladera hasta la playa. Se desplegaron botes para acercarse y poder documentar lo que sucedía para futuras investigaciones que expliquen el comportamiento.

Todavía no hay una explicación para el festín de la isla de Wrangel. "No hay palabras para describirlo. Comparto una foto con la esperanza de que retrate algo de nuestra experiencia", terminó expresando Russ.