El informe final de Aeronáutica Civil de Colombia destaca que la empresa Lamia tenía “deficiencias latentes” relacionadas con “el incumplimiento de las políticas de combustible, falta de supervisión y control operacional”; además de los llamados oportunos de “prioridad” y “emergencia” que la aeronave debió hacer cuando se quedó sin combustible. Destaca que la aeronave que partió de Santa Cruz rumbo a Río Negro no contaba con el combustible suficiente para realizar el vuelo.

El jefe del Grupo de Investigaciones de Aeronáutica Civil de Colombia, Miguel Camacho Martínez, informó que el accidente del vuelo 2933 de Lamia de noviembre de 2016, se debió a que la aeronave no tenía el combustible suficiente para completar el tramo programado, lo que ocasionó que los motores de la misma se apaguen. Esto debido a la falta de seguridad operacional de Lamia y a la falta de un aviso de la situación de emergencia de la tripulación a control aéreo de Colombia.

Camacho resaltó las “deficiencias latentes” en el planteamiento y ejecución de los vuelos por parte de Lamia, señalando que “no es la primera vez que el avión o la empresa hacía vuelos en esas circunstancias críticas de falta de combustible” y que “finalmente esa situación latente, aunada a circunstancias, más directas nos llevó hacia el accidente”. El hecho dejó 71 muertos y 6 heridos, las víctimas pertenecían mayormente al equipo de fútbol brasileño Chapecoense.

El informe reportó que la aeronave de Lamia cargó combustible en Santa Cruz hasta llegar a su máxima capacidad de carga que era de 9.300 kg, cuando el combustible necesario para llegar a destino era de 11.603 kg; es decir, tenía 2.303 kg menos del requerido, por lo que debió realizar una parada para cargar combustible.

Los resultados muestran también que 40 minutos antes del accidente la tripulación ya conocía de la situación de emergencia, pero no lo hizo conocer a control de tráfico aéreo e incluso aceptó sostenerse en vuelo hasta que otras aeronaves aterrizarán. Asimismo, indicó que inicialmente pidió prioridad y cuando declaró emergencia ya sólo se tuvo tres minutos antes de perder contacto con la aeronave. 

Camacho atribuyó este fallo a que “el vuelo estaba procediendo sólo”, es decir, que sólo la tripulación tomaba las decisiones sin una conexión con alguien de la empresa Lamia en tierra. “Se dejó sola a la tripulación tomando decisiones, alguien en tierra debió estar apoyando ese vuelo y aportar elementos de juicio para una mejor decisión”, concluyó.