Abigail, la pequeña niña de 7 años que murió en la madrugada del miércoles como consecuencia de los golpes de su madrastra, fue enterrada en medio del dolor y la indignación de policías y ciudadanos. Sus padres están detenidos, acusados por infanticidio; el padre permitió que la madrastra de Abigail la golpeará, y su madre no la veía en los últimos 6 meses.

La Policía nacional cedió un lugar en su mausoleo del Cementerio General para enterrar a esta pequeña que no encontró protección en su núcleo familiar.

Su padre y madrastra fueron enviados a la cárcel de San Pedro y al penal de Obrajes, respectivamente. La niña de 7 años fue golpeada por su madrastra, quien dijo que sus heridas fueron causadas por la caída de un lavamanos.

El Ministerio Público también pidió la detención preventiva de Virginia M.S., madre biológica de Abigail, en el Centro de Orientación Femenina de Miraflores; la acusó por el delito de infanticidio en comisión por omisión.

“En el marco de su labor de defensa de la sociedad y persecución de los delitos, el Ministerio Público solicitó a la aplicación de la medida extrema para la imputada, toda vez que evidenció que abandonó a la menor fallecida y dos de sus hijos desde el pasado 13 de junio, sin mantener contacto”, señaló el Fiscal Departamental de La Paz, Edwin Blanco Soria.

En la audiencia de medidas cautelares, el fiscal Ramiro Jarandilla aseguró que se colectaron indicios que muestran el abandono de las menores por cerca de seis meses. El infanticidio tiene una pena máxima de 30 años de prisión, sin derecho a indulto.