El ministro de Gobierno, Arturo Murillo, acusó al expresidente Evo Morales, al exvicepresidente Álvaro García Linera, y a los exministros Juan Ramón Quintana y Luis Arce – actual candidato a la presidencia por el Movimiento al Socialismo (MAS)- de pagar 300 bolivianos a compatriotas bolivianos para que “se sacrifiquen” en la frontera con Chile.

En conferencia de prensa, Murillo señaló que el plan de las exautoridades es meter gente por las fronteras para “desestabilizar el país”.

“Están financiando ahora tratando de desestabilizar y meter gente por la frontera, pagando 300 bolivianos para que se sacrifiquen en la frontera”, aseveró Murillo en conferencia de prensa.

Advirtió, en ese sentido, que “no han terminado los intentos por tomar el poder del señor Morales”. “Siguen tratando de desestabilizar el país”, afirmó.

Bolivianos están varados en la frontera con Chile exigiendo ser repatriados por el Gobierno boliviano. El alcalde de Colchane, Chile, Javier García, ayer relató que los bolivianos duermen a la intemperie, con temperaturas bajo cero, y que entre esas personas hay mujeres embarazadas, niños y hasta un connacional con problemas renales.

La autoridad chilena exigió la repatriación de los bolivianos y hasta denunció al Gobierno boliviano ante instancias internacionales, como la ONU y la OEA.

No obstante, el Gobierno ha mantenido firme su postura respecto a que los bolivianos, o una parte de ellos, que están en la frontera son militantes del MAS que buscan entrar al país para romper la cuarentena decretada por el Gobierno para evitar la propagación del coronavirus.

El Ministerio de Defensa anunció que se permitirá su repatriación cuando “las condiciones de albergue estén dadas”.