La nueva canciller del Estado, Karen Longaric, informó hoy que el Gobierno transitorio de Jeanine Añez decidió desvincular a Bolivia de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y analiza también abandonar la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR).

“Ya no somos parte del ALBA Y estamos analizando desvincular a Bolivia de la UNASUR”,  aseveró Longaric en conferencia de prensa.

La decisión del nuevo Gobierno se da un día después de que el excanciller Diego Pary – que señaló que seguirá con sus funciones ya que él reconoce al Gobierno de Evo Morales y no al de Jeanine Añez- haya participado en la VIII Reunión Extraordinaria de Ministros de Relaciones Exteriores del ALBA, sobre la situación de Bolivia.

En la misma, los países del ALBA  (Antigua y Barbuda, Cuba, Dominica, Ecuador, Granada, Nicaragua, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Surinam y Venezuela) señalan que en Bolivia hubo un “golpe de estado” y agradecen a México por dar asilo político a Evo Morales.

Respecto a la UNASUR, Longaric señaló que ya denunció  el Tratado de ese organismo para el retiro del país; no obstante, señaló que esa decisión debe ser aprobada por la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), algo improbable considerando que está conformada en su mayoría por el Movimiento al Socialimo (MAS).

“En los hechos UNASUR ya no existe. Casi todos los miembros del grupo han abandonado y quedan cuatro estados que sustentan económicamente a un organismo que no existe y no nos beneficia para nada”, aseveró.

Asimismo, Longaric también aprovechó la conferencia para dar a conocer que se decidió despedir a dos embajadores del antiguo Gobierno – sin precisar nombres-.

“Normalmente cuando hay un cambio de Gobierno son los embajadores los que presentan su renuncia”, dijo, pero señaló que algunos diplomáticos no optaron por ese camino.

Ya esta mañana había señalado que el Gobierno cesó a un 80% de los embajadores que se había designado en el periodo de Evo Morales, considerando que fueron elegidos con criterios políticos.

Señaló que se decidió mantener a los embajadores bolivianos en el Vaticano y en Perú "por consideraciones de índole humano" y aseveró que no se erigirán nuevos embajadores debido a que éstos deben ser designados por la ALP, algo difícil de cumplir en la coyuntura actual.