Los recientes cabildos que se desarrollaron en el país, más que una consulta democrática sobre las inquietudes del pueblo boliviano, fueron un cierre anticipado de las campañas electorales, este criterio fue expresado por el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, quien coincidió con las apreciaciones del vicepresidente Álvaro García Linera.

García Linera, en declaraciones a un canal de televisión señaló que los cabildos realizados en La Paz y Cochabamba, en los que se desconoció su candidatura como la del presidente Evo Morales, fueron cierres de campaña de los partidos de la oposición y no expresiones de malestar ciudadano, como en su criterio ocurrió en Santa Cruz.

“En el caso de La Paz y de Cochabamba, porque el de Santa Cruz tiene otra lectura, se trata casi del fin de campaña de las fuerzas opositoras, básicamente eso era tanto en Cochabamba como en La Paz, han adelantado sus cierres de campaña. Tienen derecho, es parte de los derechos democráticos que tiene la Constitución”, agregó el vicepresidente.

Por otra parte, Quintana dijo que los opositores apelaron al recurso del cabildo de manera engañosa. "Así por ejemplo vimos el desconocimiento anticipado de las elecciones generales. Esto es solo un reconocimiento anticipado de la catastrófica derrota que sufrirá la oposición en las elecciones generales del próximo 20 de octubre", argumentó.

"Un cabildo es un recurso de la democracia, lo que no es democrático es convocar al desconocimiento de los resultados electorales, porque se está desconociendo la voluntad del pueblo boliviano" afirmó y añadió que "n cabildo de cinco mil o de diez mil personas no puede suplir la voluntad de siete millones de bolivianos".

Quintana conincidió con el vicepresidente, en que los cabildos de La Paz y Cochabamba "más parecen un cierre de campaña que una consulta democrática".

La noche del viernes se realizaron dos cabildos, uno en La Paz y otro en Cochabamba, convocados por el Comité Nacional en Defensa de la Democracia (Conade); ambos coincidieron en varios puntos, dos de ellos son no reconocer el posible triunfo de Evo Morales en las elecciones del 20 de octubre, e iniciar un juicio de responsabilidades en contra del primer mandatario y sus colaboradores.