La Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), organismo que tiene a Bolivia ocupando su presidencia pro témpore, se quiebra cada vez más. Hoy se reveló que Ecuador – uno de los seis países que quedaban en el organismo- oficializó su decisión de suspender su participación.

Un medio ecuatoriano publicó hoy la nota enviada por el canciller de ese país, José Valencia, a su homólogo boliviano, Diego Pary, en la que le hace conocer su postura.

En la misiva, Ecuador anuncia que decidió “suspender, a partir de esta fecha, la aplicación para el Ecuador del Tratado Constitutivo de la Unión de Naciones Suramericanas, celebrado en Brasilia, el 23 de mayo de 2008, dejar por tanto de participar en todas las actividades y compromisos de UNASUR, e iniciar los procedimientos internos para la denuncia del Tratado”.

Entre los motivos expuestos por Ecuador, señala que “la mitad de los miembros de Unasur han dejado de participar en todas sus actividades y contribuir a su presupuesto; uno de ellos ha denunciado el Tratado; la Secretaría se encuentra acéfala y el personal, que se ha reducido a niveles mínimos, se dedica a actividades no sustantivas. Los espacios de debate y decisión de UNASUR no funcionan, los procesos administrativos son inexistentes, y hay una cerrada crisis presupuestaria”.

Además, Ecuador asegura que “no existen condiciones para que un desenlace positivo ocurra en un futuro previsible” y que la UNASUR “no puede cumplir con el alto propósito de trabajar por la integración sudamericana”.

Así, Ecuador se sumó a Perú, Colombia, Brasil, Argentina, Chile y Paraguay, países que ya habían suspendido su participación en el bloque regional el año pasado. Con este nuevo panorama, solo Bolivia, Guyana, Suriname, Uruguay y Venezuela quedan como países miembros de la UNASUR.