La marcha de la Universidad Pública de El Alto terminó con algunos disturbios en el centro paceño después de que intentaran ingresar a la Plaza Murillo y terminaran pintarrajeando la fachada de la Casa del Pueblo, ubicada entre las calles Potosí y Ayacucho, la infraestructura que remplazará al actual Palacio de Gobierno.

Los estudiantes llegaron hasta el nuevo edificio del palacio y estuvieron a punto de ingresar, pero fueron los mismos dirigentes y docentes que determinaron evitar actos de vandalismo, aunque los estudiantes arrancaron las calaminas del muro exterior del nuevo edificio.

Además, los marchistas llevaron consigo un muñeco vestido de reo que tenía la cara del ministro de Gobierno, Carlos Romero, al que terminaron quemando.

La UPEA marchó por el centro paceño pidiendo a gritos una audiencia con el presidente del estado, Evo Morales, para debatir sus exigencias.

La universidad alteña exige la modificación de la Ley 195 de coparticipación tributaria para un mayor presupuesto, el esclarecimiento de la muerte del estudiante Jonathan Quispe y la renuncia de los ministros de Gobierno, Carlos Romero, y Economía, Mario Guillen.

Este mediodía, los presidentes de la Cámara de Senadores y Diputados, José Gonzales y Gabriela Montaño, respectivamente, invitaron a la UPEA a un diálogo a desarrollarse – en caso de que la universidad acepte- mañana a las 7 de la mañana en la Vicepresidencia del Estado.