Las autoridades del Ministerio de Gobierno, la Policía Nacional y la Fiscalía informaron en conferencia de prensa que la muerte de Jonathan Quispe, estudiante de la Universidad Pública de El Alto, fue producto del disparo de una escopeta realizado por el subteniente Cristian C. C.

Según las autoridades los hechos se han esclarecido plenamente, a través de pruebas balísticas y de la obseervación de todos los videos de las cámaras de seguridad que están en la zona.

El director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de La Paz, Johnny Aguilera, explicó que se pudo identificar que el subteniente portaba una escopeta "no autorizada" y que antes de ingresar a la calle 11 de Junio, esquina Martín Cárdenas,  carga el arma y se escucha el disparo que habría impactado en el universitario.

El comandante Mendoza aseguro que la “responsabilidad es personal” ya que el subteniente actuó fuera de las órdenes policiales y que se remitirá al responsable ante las autoridades competentes.

El fiscal Guerrero explicó que luego de realizar una investigación coordinada, se descartaron las hipótesis iniciales y se determinó la responsabilidad del sindicado.

En la conferencia conjunta participaron el ministro Romero, el comandante de la Policía boliviana, Alfonso Mendoza, el fiscal general del Estado, Ramiro Guerrero, el fiscal departamental de La Paz, Edwin Blanco y otras autoridades de policiales y del Ministerio de Gobierno.

Jonathan Quispe fue asesinado el jueves 24 de mayo durante las protestas de la Universidad Pública de El Alto (UPEA) en demanda de un mayor presupuesto, el joven estudiante murió en el interior de un domicilio, ubicado en cercanías de la avenida Juan Pablo II.

Según el primer informe del ministro Romero, Jonathan murió por el disparo de una canica a través de un petardo, disparado por los propios universitarios; el informe de la Policía determinó que entró “corriendo y saltando” en un domicilio y del que salió sin vida “13 minutos después” y subrayó que en las cercanías no había efectivos policiales.

Por su parte, Arturo Mercado, perito del IDIF, señaló que el disparo que acabó con la vida del joven estudiante fue lanzado a una distancia mayor a los 60 centímetros y aseveró que fue un “proyectil atípico” el que provocó el deceso y que no se pudo determinar la existencia de ningún rastro de pólvora ni en el cadáver ni en su ropa.