Los padres de Jonathan Quispe, el universitario de la Universidad Pública de El Alto (UPEA) que fue asesinado el pasado jueves en medio de una movilización de esa casa de estudios en demanda de un mayor presupuesto, aparecieron ante los medios de comunicación para exigir que no se haga política con la muerte de su hijo y que se llegue a un pronto esclarecimiento del caso.

Con lágrimas en los ojos, Claudina Vila, la madre de Jonathan, expresó su molestia porque, a su criterio, se busca aprovechar la muerte de su hijo para beneficios institucionales y políticos.

“¿Por qué se aprovechan de la muerte de mi hijo? ¿La UPEA, el rector, por qué se aprovechan? Para ellos (como) beneficio ha muerto mi hijo”, manifestó.

Asimismo, señaló que no cree en la versión otorgada por el Gobierno – que señaló que Jonathan habría muerto por el impacto de una canica- e, incluso, mostró su disposición para someter a los restos de su hijo a una necropsia.

“El Gobierno dice que es una canica,  qué va a matar pues una canica”, cuestionó.

Por otro lado, los padres de Jonathan también denunciaron que sus celulares habrían sido intervenidos, por lo que no pueden recibir ni realizar llamadas desde hace ya varios días.

El lunes, en conferencia de prensa, la Policía señaló que, tras analizar unas imágenes de video, se pudo evidenciar que Jonathan Quispe -el estudiante muerto el jueves durante las protestas de la Universidad Pública de El Alto (UPEA) en demanda de un mayor presupuesto- murió en el interior de un domicilio, ubicado en cercanías de la avenida Juan Pablo II, al que entró “corriendo y saltando” y del que salió sin vida “13 minutos después”.

En cambio, las autoridades de la UPEA sostienen que Quispe fue asesinado por un efectivo policial.

Por su parte, Arturo Mercado, perito del IDIF, señaló que el disparo que acabó con la vida del joven estudiante fue lanzado a una distancia mayor a los 60 centímetros y aseveró que fue un “proyectil atípico” el que provocó el deceso y que no se pudo determinar la existencia de ningún rastro de pólvora ni en el cadáver ni en su ropa.