Diversos dirigentes del empresariado del país expresaron su preocupación por el acuerdo al que llegó el gobierno nacional con la Central Obrera Boliviana (COB) de un incremento salarial del 5,5% al sueldo básico y de 3% al mínimo. Consideran que puede afectar a las pequeñas y medianas empresas.

El presidente de la Confederación Nacional de Micro y Pequeñas Empresas (Conamype), Néstor Conde, señaló que el sector está en emergencia por el incremento salarial que ha anunciado el gobierno y que esto podría derivar en el cierre de unidades productivas. Señaló que el sector tendrá un ampliado en Cochabamba el próximo lunes 30 de abril en el que también se analizará el doble aguinaldo anunciado por el gobierno.

Asimismo, el presidente de la Federación de Empresarios Privados de Santa Cruz, Luis Barbery, calificó la medida de como “un baldazo de agua fría y más porque debemos enfrentar una desaceleración económica que se vive en el país” y manifestó que están “preocupados porque el nivel del crecimiento salarial sale de lo que teníamos previsto que era un 3%, quizá un 4, pero un 5,5% es un in cremento muy importante que va a poner en riesgo muchos empleos. Va a significar dolores de cabeza financieros muy importantes para muchas empresas”.

En esta misma línea se pronunció el presidente de la Federación de Micro y Pequeño Empresarios (Fedemype) de Santa Cruz, Juan Carlos Vargas, que considera que “asumir la medida implica reajustar nuestros presupuestos, pero en este momento la situación económica (del país) está difícil. Además, nosotros sufrimos la competencia desleal”.

Por su parte, el presidente de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), Marco Antonio Salinas, calificó la medida de “política” y afirmó que “no tiene sustento económico”. Señaló que se había “hecho conocer al Gobierno y a la ciudadanía los efectos nocivos de un incremento mayor al 3% (...). El Gobierno ha tomado una decisión política y por lo tanto deberá ser el Gobierno el que asuma la responsabilidad de este incremento”.