La Justicia de Brasil amplió hasta el 27 de noviembre de 2018 el refugio provisional para la operadora de Aro/Ais, Celia Castedo, quien hizo observaciones al plan de vuelo de la empresa LaMia; aunque a pesar a ello, el avión salió del aeropuerto Viru Viru y terminó estrellandose en Colombia con 77 personas a bordo.

El documento de ampliación que recibió Celia Castedo indica que se le asegura que no será deportada o puesta en frontera donde "su vida o libertad esté amenazada en virtud de raza, religión, nacionalidad, grupo social u opinión política".

En contacto con el medio brasileño UOL Esporte, Castedo dijo que está planeando su vida para permanecer en Brasil. "Voy a intentar conseguir un trabajo, estar más seguro en cuestión de poder trabajar y ayudar a mis hijos que están allá".

Entretanto su hermano, Mario Monasterio, atacó a las autoridades bolivianas. "Es difícil luchar contra la falta de razón, contra el sistema, pero un día hay que cambiar todo", aseveró.

En el año pasado, Celia explicó el motivo de haber pedido refugio en Brasil en una entrevista con SporTV.

"En Bolivia me sustrajeron todos los derechos, no me dieron tiempo para defenderme, fui acusada dos veces en la misma tarde, en Bolivia no me dieron la oportunidad de defenderme, me sentía amenazada", comentó.

"El día después del accidente recibí amenazas escritas, de muerte, como si yo fuera la culpable del accidente, me asusté mucho cuando recibí esas amenazas. Me están acusando directamente de algo que soy inocente y me están amenazando sin saber mi verdad y aclarar para las personas que soy inocente, sé que las personas reaccionan de forma emocional, pero poco a poco se dieron cuenta de que yo no soy culpable", recordó la boliviana.

En tanto, la Justicia boliviana dispuso ampliar por otros seis meses el plazo para las investigaciones que lleva a cabo el Ministerio Público. El fiscal de Distrito de Santa Cruz (este), Freddy Larrea, confirmó a los medios que un juzgado cautelar concedió la ampliación del "plazo investigativo" teniendo en cuenta "la complejidad del caso", pues involucra a tres países, Brasil, Bolivia y Colombia.

El avión de la aerolínea boliviana LaMia, en el que viajaban futbolistas y dirigentes del club brasileño de fútbol Chapecoense desde Bolivia hasta Colombia, se estrelló el 28 de noviembre de 2016 en un cerro cerca de la ciudad colombiana de Medellín, tras quedarse sin combustible.

En el siniestro murieron 71 de los 77 pasajeros del avión y sobrevivieron tres futbolistas, dos tripulantes y un periodista.