El ministro de Economía, Mario Guillén, aseguró este jueves que la economía del país no está en desaceleración porque todos los sectores en Bolivia crecen a un promedio de 4%. La aclaración se da ante declaraciones de analistas y políticos de oposición que subrayan que el crecimiento de la economía ha bajado este año, respecto a las anteriores gestiones.

Según informa el ministerio de economía, el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) 2013 fue de 6,8% y fue cayendo hasta el 4,3% el 2016. A pesar de las Guillén descartó que el país esté pasando por una desaceleración económica, ya que Bolivia será el país con el mayor crecimiento de la región.

Según explica el ministro Guillen, la economía boliviana, a pesar del contexto externo desfavorable marcado por una menor demanda que afecta a sectores muy específicos y no a la economía en general, ha logrado un crecimiento del 3,3% al primer trimestre de 2017 con respecto a similar período del año pasado. Sin embargo, se debe destacar enfáticamente que todos los sectores económicos que poseen un mayor vínculo con la demanda interna han presentado un crecimiento positivo entre 4,2% y 8,6%, destacándose los sectores agropecuario, de construcción, industria de alimentos, el transporte y las comunicaciones, el comercio y los servicios.

“No se puede hablar de desaceleración. La economía al interior de Bolivia crece a un promedio de 4% en sectores que son afectados por la demanda externa. La demanda interna crece a un ritmo del 7,2%. Pero se intenta posicionar en nuestras cabezas, que estamos en una desaceleración”, declaró.

Guillén repitió que el crecimiento en el segundo semestre crecerá por el incremento de la demanda del gas de Brasil, por lo que se espera que el crecimiento llegue al 4,7%.

En la conferencia organizada por la Cámara Departamental de Exportadores (Cadexco) y la Universidad Católica Boliviana (UCB), el economista Gonzalo Chávez aseveró que el crecimiento económico actual, tras el cierre de la bonanza de las materias primas, va en desaceleración constante. Argumentó que la economía nacional se ve afectada por la desaceleración mundial que comenzó en 2009 y la caída del precio de las materias primas, principalmente el gas.