El expresidente e historiador Carlos Mesa escribió que el nuevo palacio de gobierno y el edificio de la Asamblea Legislativa Plurinacional, que se construyen en el centro de la ciudad de La Paz, son una agresión sin precedentes a la arquitectura colonial del centro de la ciudad. Lamentó que en oposición a lo que hacen las grandes metrópolis, en La Paz no se preserven las construcciones históricas que la identifican.

Mesa se refirió a la construcción de los dos edificios que se construyen en inmediaciones de la Plaza Murillo, detrás del Palacio Quemado (1852) y de la ALP (1900), y afirmó que se trata de "una agresión sin precedentes, que destruye lo poco que quedaba de coherencia en su casco histórico".

"Monstruos de concreto (que) serán la sombra permanente colocada literalmente encima del pequeño palacio gubernamental y la Catedral, y en la otra acera aplastando la cúpula de la sede del actual Legislativo", escribió Mesa.

Para el ex presidente estos edificios son "verdaderos engendros" que pretenden ser la expresión física del Estado Plurinacional, para perpetuar un modelo económico y político que vendría a sustituir "al viejo régimen".

La Casa del Pueblo tendrá un costo de 33 millones de dólares, tendrá 28 pisos donde funcionarán oficinas dependientes de la Presidencia, mientras que el edificio de la Asamblea Legislativa costará cerca de 26 millones de dólares y tendrá unos 20 pisos, se instalarán las oficinas de Diputados y Senadores.

"La Paz —una vez más— tiene que pagar el incalculable precio de lo que es una combinación de imposición y megalomanía que infiere una herida de muerte a nuestro centro histórico, probablemente sin antecedentes en América", afirma Mesa.