Un grupo de ejecutivos de las empresa rusa Rosatom se reúne con los técnicos de la Agencia Boliviana de Energía Nuclear (ABEN) para elaborar la agenda de la construcción del Centro de Investigación y Desarrollo Nuclear en el Distrito 8 de la ciudad de El Alto. Además trabajan en los manuales de funcionamiento.

La construcción del centro iniciaría en enero del próximo año, el primer paso es concluir los estudios técnicos que requiere la planta. El compromiso de Rosatom es concluir la construcción el 2019, según los contratos de ingeniería firmados en Moscú en julio pasado.

El contrato firmado en julio incluye convenios para la capacitación de personal en el uso de la Tecnología Nuclear y de Aceptación Pública del uso de la Tecnología Nuclear. 

Los funcionarios de Rosatom permanecerán en La Paz hasta el viernes, se reúnen con técnicos de ABEN, el Instituto Boliviano de Tecnología Nuclear y los ministerios de Salud y de Desarrollo Rural y Tierras. 

El centro permitirá desarrollar la medicina nuclear contra el cáncer, lograr la inocuidad alimentaria y desarrollar la investigación científica en el campo de la energía atómica.

DESECHOS NUCLEARES

Los manuales de funcionamiento del Centro de Investigación buscan disminuir el impacto medio ambiental del proyecto. Sobre el tema, Ronald Berdeja, director del IBTEN explicó que no existirán desechos nucleares. 

Según Berdeja, el único desecho se registrará cuando se utilice el proyecto en actividades de medicina nuclear, pero se convertirá en basura convencional, porque su irradiación es muy baja.

También explicó que el reactor de investigación nuclear generará algunos gramos de desechos nucleares. "Ahora el reactor nuclear puede que tengan unos gramos de desecho nuclear, al cabo de su existencia, digamos unos 20 años, evidentemente y bajo contrato se ha quedado que estos gramos deben ser llevados a Rusia", dijo.