Tras el anunció que hizo el Gobierno sobre la contratación de sólo 50 obreros para laborar en el Servicio Nacional Textil (Sentex) que comenzará a operar en estos días, los fabriles de La Paz mostraron su rechazo y aseveraron que las autoridades aún no pueden tomar una decisión, ya que el conflicto aún no fue zanjado por el plazo que otorgó la Central Obrera Boliviana (COB) para definir el futuro de los exempleados de la extinta Enatex.

René Ticona, dirigente de los fabriles de La Paz, aseguró que las autoridades no pueden anunciar ‘alegremente’ la contratación de una mínima parte de los exempleados, cuando se dio un plazo para conformar una comisión que evalúe la situación por la que atraviesan los trabajadores y se proyecte una propuesta real que no vulnere sus derechos laborales.

“Cómo pueden decir que Senatex va a funcionar con sólo 50 personas, cuándo aún no nos han convocado para definir la situación. Primero nos tienen que llamar para debatir los alcances. Sí se ha determinado aceptar las propuestas, no significa que se ha solucionado al cien por ciento. Lo que el Gobierno quiere es confundir a la población”, aseveró a Oxígeno.bo.

Según el representante, en las negociaciones con el Gobierno, que se retomarán la próxima semana, aún hay puntos pendientes que se deben ‘debatir’, sobre todo la recontratación de los 180 personas que no cobraron su finiquito tras el cierre de Enatex.

“Nos tienen que presentar propuestas reales y explicar sus argumentos y si nos convencen sus planes. Vamos a poner en conocimiento de las bases. De aceptar levantamos la emergencia, de lo contrario vamos ir a las calles a protestar”, dijo.

MOLESTIA EN LA BASES

Valeria Flores, exempleada de Enatex, aseveró que hay ‘bastante’ preocupación en las bases por los anuncios del Gobierno. “Había la esperanza de que nos aseguren con un trabajo a los 180 empleados, pero al parecer el Gobierno no va dar marcha atrás con sus desiciones. Estamos bastante preocupados por la situación”, indicó.

Flores dijo que esperarán ‘pacientes’ la reunión entre la COB y las autoridades de Estado, donde debe proyectarse una solución al conflicto textil.

“Vamos a ver que sale de esa reunión. Hay bastante molestia con los dirigente nacionales que no se pronuncian ante estos comentario de las autoridades. Ellos como ente matriz tiene que presionar para que haya una solución. Nos sentimos traicionados”, señaló.