La Paz, 1 de enero (Oxígeno).- El expresidente de facto, Luis García Meza, quien gobernó el país durante 1980 y 1981; su ministro del Interior de ese entonces, Luis Arce Gómez; y su operador, el militar ahora jubilado Felipe Froilán Molina, apodado “El Killer”, se encuentran privados de libertad en el penal de Chonchocoro. Los tres coinciden en prisión luego de 36 años de ser protagonistas del asalto a la sede de la Central Obrera Boliviana (COB), donde murió el líder socialista Marcelo Quiroga Santa Cruz.

El 17 de octubre de 1980, García Meza dio un golpe de Estado a su prima, la presidenta Lidia Gueiler Tejada. Arce Gómez, considerado el hombre fuerte del dictador, fue acusado de organizar la intervención de paramilitares, entre los que se encontraba “El Killer”, a la sede de la central obrera, donde esa misma jornada se reunía el Consejo Nacional de Defensa de la Democracia, encuentro en el que participaba Quiroga Santa Cruz.

El domingo 31 de enero de 2016, un operativo de la Policía capturó a Felipe Froilán Molina y a las 21.30 ingresó al penal de Chonchocoro, ubicado a unos 20 kilómetros de la ciudad de La Paz.

En el mismo centro penitenciario se encuentra cumpliendo una condena de 30 años de presidio, sin derecho a indulto, desde julio de 2009, gestión en la que fue extraditado de Miami, EEUU, por narcotráfico.

A ellos dos se suma, García Meza, quien cumple una condena de 30 años cárcel en el penal de Chonchocoro desde que fue extraditado de Brasil en 1995. Fue juzgado el 21 de abril de 1993 por la extinta Corte Suprema de Justicia por los delitos cometidos durante su dictadura.