Redacción Oxígeno
11/10/2015 - 20:23

Rodríguez: debate mediático no contribuye a la demanda

El agente boliviano ante la Corte Internacional de Justicia de la Haya, ratificó la con-tundencia del fallo del tribunal que declaró su competencia para atender la demanda marítima boliviana y rechazó la objeción de Chile

El agente de Bolivia ante La Haya, Eduardo Rodríguez Veltzé (Foto: Los Tiempos)

La Paz,  11 de octubre (Los Tiempos).- Alejado, por voluntad propia, del debate mediático en torno a la demanda marítima, el agente de Bolivia ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, Eduardo Rodríguez Veltzé, es un convencido que el diálogo con Chile, más allá del litigio, es la única vía para lograr un acuerdo favorable.

“La petición boliviana busca una solución pacífica para resolver una disputa y eso es lo destacable en nuestra demanda”, dijo el también expresidente en entrevista con Los Tiempos.

A poco más de dos semanas del fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya el agente boliviano ante ese tribunal, Eduardo Rodríguez Veltzé, reafirmó la contundencia de esa decisión que da curso para proseguir con el tema de fondo de la demanda marítima de Bolivia contra Chile.

- ¿Cuál era el ambiente que se vivió en momentos previos a que el presidente de la CIJ lea el fallo?

Eduardo Rodríguez (ED): A partir de lectura de la notificación para el 24 de septiembre, que fue una fecha más cercana a la esperada. Se operó la rutina con que aplica la Corte que es muy elaborada. Incluye las delegaciones de ambas partes y las acreditaciones a la prensa.

La Corte tiene un recinto que no es muy amplio pero siempre está muy organizado. Caben todas las delegaciones.

También dispone de un espacio adicional para las delegaciones diplomáticas del mundo acreditadas en La Haya.

Algo destacable de esta audiencia es que concitó el mayor interés en el ámbito académico y diplomático de La Haya.

La sesión, a diferencia de otras regulares de presentación de alegatos orales que suelen ser en algunos casos muy específicos y tediosos, convocó a mucha gente.

La información que recibí es que la mayoría de las delegaciones diplomáticas habían enviado una solicitud para estar presente en la audiencia.

Los espacios para el público también estaban llenos. Había mucho interés en la lectura de ese fallo. Cuando empezó la lectura hubo tensión en algún momento al ir escuchando como la Corte iba desplegando sus razonamientos.

- ¿Cuál fue la predisposición con la usted ingreso al ambiente?

ED.- Nuestra delegación estuvo conformada por el personal de la misión diplomática de Bolivia en La Haya, cuatro de nuestros abogados, el director de Consejo de Reivindicación Marítima, Emerson Calderón.

Nosotros concurrimos con optimismo y con la lógica tensión de escuchar un resultado. Yo podría señalar que a lo largo de la lectura se perfilaba ya el resultado y eso me embargó de mayor satisfacción a medida que escuchaba los razonamientos de juez.

- Al final de la lectura del fallo intervinieron usted y el agente chileno Felipe Bulnes con dos lecturas diferentes una de la otra. ¿Cómo explica que se diera dos interpretaciones a un mismo fallo?

ED.- Mi intervención fue muy breve. Me ayudó mucho la contundencia de la decisión de la Corte. La forma tan clara y pedagógica con la que concluyó una determinación con dos aspectos fundamentales: El rechazo a la objeción planteada por Chile y la determinación de asumir competencia. Lo que agregué fue que esa decisión, por la reglas de la Corte, es de cumplimiento obligatorio para ambas partes y tiene carácter vinculante. Esto implica que el proceso continúa.

Señalé también que esta objeción preliminar (ahora rechazada) interrumpió el proceso de fondo y ahora éste debía continuar.

Había que recordar también que nuestra demanda no es un acto hostil frente a Chile, que alguna vez ha manifestado con resistencia el que lo lleváramos a la Corte.

Me pareció también oportuno significar la calidad de la actuación de Bolivia, no tanto cómo mérito de nuestro argumentos, sino el carácter pacífico que supone resolver una diferencia ante una Corte.

- ¿Por qué considera importante enfatizar en el carácter pacífico de la demanda boliviana?

ED.- Se estaba viviendo días muy críticos en Europa con las grandes dificultades de miles de migrantes que pretendían ingresar al continente y los horrores de la guerra en Siria. Sin embargo, paralelamente, las noticias de las Américas eran alentadoras porque se operaban grandes acuerdos a través del diálogo y la diplomacia.

Uno de ellos era el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos; otro era el avance de las negociaciones de paz en Colombia; y la presencia del Papa en EEUU.

Quise transmitir que tenemos una demanda para atenderse y resolverse y que debe seguir un camino pacífico, cuando en algunos países hay todavía horror y violencia.

- ¿Cuáles son los límites de esta “victoria” en la Corte de La Haya?

ED.- Se trata de una victoria inicial porque hemos superado una objeción que en último término pretendía que se cancele la pretensión boliviana en esa Corte. Chile buscaba que esa instancia no podía escuchar ni resolver la demanda boliviana.

Eso suponía que simplemente debíamos retirarnos de ese ámbito y con esto se agotaba la posibilidad de nuestra pretensión, aunque no de la causa de fondo.

Era importante recalcar que la Corte afirme su competencia. Y por sus propios razonamientos encontró que la causa boliviana estaba en su jurisdicción y capacidad de ser atendida y resuelta.

- También intervino el agente Bulnes, pero con el argumento que la Corte de La Haya había “limitado” con su fallo la expectativa que tenía Bolivia.

ED.- Reitero que el fallo es muy preciso. Tiene un desarrollo de las argumentaciones que utiliza la Corte para concluir dos aspectos esenciales: el rechazo de la pretensión chilena de que la Corte no tiene competencia y la afirmación de su competencia.

No puede haber espacio para reducir el alcance de estas decisiones.

Quiero aclarar que en mi condición de agente y representante del Estado boliviano en La Haya no me corresponde entrar en un debate con el agente chileno Bulnes y menos con la presidenta Bachelet sobre las interpretaciones y alcances que den a una decisión judicial.

Es importante decir que el Estado ha recibido una decisión prácticamente unánime (14 votos a favor y dos en contra). Esto permite avanzar el proceso donde se debatirá los alcances de las pretensiones, las contradicciones y las pruebas en alegatos escritos y orales.

Personalmente, insisto, no creo que sea conveniente seguir un debate por las personas que representamos al Estado y responder a lo que diga algún funcionario de Chile.

No entremos en un debate mediático sobre los alcances de una decisión. El debate puede ser muy útil para quienes participan de la actividad académica y política. Pero yo no entraré a este debate.

 

- Ahora le toca a Chile preparar la respuesta, en su contramemoria a la demanda marítima ante La Haya. Incluso ya existen fechas. Mientras tanto ¿qué le queda por hacer a Bolivia?

ED.- Hay que recordar que Bolivia tuvo 10 meses para preparar y presentar su memoria y así lo hicimos. Tres meses después de nuestra presentación Chile presentó su objeción, que ha tardado más de un año en resolverse. De manera que Chile ya ha conocido esta nuestra memoria que contiene las pruebas que respaldan la demanda.

Chile ha tenido este tiempo durante el cual se ha resuelto la objeción y tiene además 10 meses adicionales según ha determinado el calendario del proceso.

Habrá que estar pendiente de este trabajo y Bolivia tendrá que explorar las posibles argumentaciones que pueda tener Chile y estar atenta a ellas. No puedo entrar en un detalle mayor porque primero habrá que leerlas.

Y como en el anterior proceso, Bolivia debatirá, presentará argumentos en ese ámbito en la corte. Sería prematuro referirse a ello por ahora.

Es posible también que la Corte, luego de la presentación de sus documentos, determine la presentación de una réplica y una dúplica de alegatos escritos que probablemente tengan tiempos menores a los 10 meses.

Esto antes de realizarse las alegaciones orales con las que se cierra el procedimiento para que la Corte tome su tiempo para definir su fallo.

Hay todavía un horizonte de plazos no definidos y hay que esperar con paciencia el cumplimiento de estos plazos.

- Pese a acudir a un tribunal internacional. Bolivia también insiste en un diálogo con Chile ¿cuáles son los alcances de esta propuesta?

ED.- La demanda marítima boliviana pretende que la Corte Internacional de Justicia de La Haya debe declarar que Chile tiene una obligación de negociar con Bolivia un acceso soberano al océano Pacífico en una negociación de buena fe en plazos oportunos. Bolivia sostiene que esta demanda se ajusta a las previsiones del derecho internacional y a los propios precedentes de la Corte y la jurisprudencia aplicable.

No es una demanda ajena a la práctica del derecho.

La demanda boliviana busca una solución pacífica para resolver una disputa. Esto hay que destacar porque la creación del tribunal de La Haya y algunos otros responde precisamente a la necesidad de los países que mantienen diferencias puedan llevarlas a estos ámbitos de competencia del derecho internacional.

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