Poco antes de nuestro viaje a Caracas,  era frecuente escuchar en los medios informativos  “noticias” en extremo alarmantes sobre Venezuela, describiendo una “situación” de caos general y una convulsión social de beligerancia extrema de casi una guerra civil.  Era tan real la preocupación de los presentadores de estos “hechos”, que Inclusive, periodistas de marcada línea izquierdista cayeron en la trampa y estaban "convencidos” de ello y repetían casi a coro esta misma corriente informativa  expresando que:  “Verdaderamente, la situación en aquel país, es de una aguda CRISIS” y que “se debería buscar una salida pacífica mediante el diálogo”.

Ante tan sombrío panorama, inclusive mi propio padre trató de persuadirme advirtiéndome que la situación en Venezuela, no era como para viajar, pues, muy preocupado decía que era “como ir a un lugar de guerra” y que, si persistía en mi empeño, que tuviera mucho cuidado y tomase TODAS LAS PRECAUCIONES posibles resguardando mi integridad física.

Sin embargo, muy decidida pudimos al fin viajar, y, luego de arribar a Caracas pasado el mediodía del 28 de julio, dos días antes de la Constituyente,  grande fue nuestra sorpresa al verificar con nuestros propios ojos que allí no había ningún “ambiente de guerra”, ni manifestaciones, ni tampoco “protesta” alguna durante el resto del día. Por el contrario,  reinaba normalidad casi absoluta en todas las actividades, y que toda aquella PROPAGANDA DEL MIEDO era falsa,  ya que se trataba enteramente de una multimillonaria y monumental CONSPIRACIÓN mediática, una vil propaganda de alcance casi mundial indudablemente urdida e impulsada por EEUU contra el gobierno de Nicolás Maduro, con la finalidad de provocar su desprestigio y su consiguiente caída. Y, además, y como prioridad número uno, éstos pretendían IMPEDIR a toda costa, la realización del acto eleccionario por la CONSTITUYENTE fijado para el 30 de julio, porque sabían que “Constituyente” significa “Plenos Poderes” inclusive para sancionar a todos aquellos pequeños grupos de opositores antichavistas que hasta ése momento, antes que simplemente “protestar”,  protagonizaban violentos actos vandálicos contra inocentes.

Así, comprobamos “in situ”, “en vivo y directo” en la propia ciudad capital, CARACAS, que toda esa parafernalia mediática contra Venezuela, era falsa, porque vimos que los negocios y supermercados estaban abarrotados de productos de toda clase, al extremo que algunos de sus propietarios se aburrían esperando compradores (tal como publicamos todos los días desde Caracas por dos semanas con videos y fotografías en nuestra página de facebook).  Vale decir, todo marchaba igual que en cualquier otra ciudad del mundo, a excepción de algunos hechos aislados en alguno de los lujosos barrios de la gente rica, donde, de cuando en cuando se aparecían tres o cuatro opositores acompañados de algún camarógrafo, quienes procedían a bloquear la calle para mostrar una artificial “convulsión social”.  Es decir, “mostrar” al mundo estos “graves conflictos” por los cuales el presidente Maduro -dizque- debería alejarse del poder.  Sin embargo, al poco rato, estos bloqueadores dejaban los objetos que utilizaron para obstruir y desaparecían para nunca más volver. 
El triunfo de la CONSTITUYENTE certifica que nadie se tragó esta propaganda del señor Trump.

La autora de la columna en el emblemático cerró "El Avila"

El gobierno de EEUU, no había previsto que, frente a tanta infamia, la reacción del heroico pueblo venezolano, que nunca se acobardó ante aquellas vandálicas aunque aisladas “protestas”;  y menos habría de achicarse ese día domingo 30 de julio ante los aparatosos BLOQUEOS de vías y PUENTES sobre los ríos hechos por estos minúsculos grupos.  Por el contrario, los pacíficos chavistas, mostrando un alto espíritu pacífico, evitaron cualquier choque con dichos grupos, y más bien se dieron modos para vadear y atravesar estos ríos, pero siempre muy alegres y siempre sonrientes con rumbo a sus respectivos recintos electorales. Pero además, y sin proponérselo, lo hacían en grandes multitudes, cual mareas humanas que tantas veces habían demostrado en las propias calles, exhibiedo con mucho orgullo un profundo sentimiento CHAVISTA.

“POR TÍ CHÁVEZ”

¿Es acaso una simple admiración o simpatía por aquél que los venezolanos llaman “El Comandante de América”, Hugo Chávez Frías?
Queda evidente que no es sólo por eso, pues, el 30 de julio se ha demostrado que aquello no era mera “simpatía”, sino que LAS OBRAS de la Revolución Bolivariana de su inmortal líder que se extienden por todo el territorio venezolano, dan fe de su trabajo efectivo por los pobres y explica los motivos para tanta LEALTAD y el profundo respeto de su valiente pueblo, abrumadoramente mayoritario.

“Nada nos detiene, aquí vamos. Por ti Chávez”.  Fueron las palabras de una valerosa venezolana al momento de filmar con su precario celular las escenas cuando atravesaban uno de aquellos ríos el día 30 de julio de triunfante y contundente votación por la Constituyente.

En resumen, fueron 12 maravillosos días en los que personalmente fui desmitificando la propaganda  mediática de EEUU sobre Venenezuela. Lo vi, no me lo contaron.

El Comandante Chavez vive, vive en el corazón de su pueblo.