La Paz, 22 de septiembre (Oxígeno).- La ministra de Desarrollo Productivo, Teresa Morales, descartó, este lunes, una reunión con los comerciantes de ropa usada antes de las elecciones presidenciales del 12 de octubre. Los denominados ropavejeros marcharon hoy por el centro de la ciudad de La Paz en demanda de la abrogación del Decreto Supremo 28761 que prohíbe la importación y la venta de las prendas ya utilizadas. Pese a las protestas, la autoridad gubernamental reiteró que no cederá ante las movilizaciones.

“Es una negativa rotunda  del Gobierno (abrogar), porque es un decreto que está vigente desde hace mucho tiempo que defiende la industria nacional (…) Por lo tanto, después de las elecciones, con el mayor gusto vamos a armar una estrategia que nos permita debatir en  una reunión, donde se tratará también el tema de la reconversión productiva”, sostuvo Morales en un medio local.

Llamó “conspiradores” a los comercializadores de ropa usada y los acusó de atentar contra las pequeñas, medianas y grandes empresas de producción textil en el país.

Admitió que el Decreto Supremo no es aplicado en su cabalidad debido a que la internación de las prendas usadas fluye por los puntos fronterizos. Aseguró que la Aduana Nacional de Bolivia (ANB) debe responsabilizarse con mayor intensidad con los controles.

Microempresarios en emergencia

La Confederación de Pequeños y Medianos Empresarios de Bolivia se declaró en estado de emergencia en rechazo al pedido del sector de los comercializadores de ropa usada que exigen la abrogación del Decreto Supremo 28761 que prohíbe la importación de la mercadería.

“En el ampliado de emergencia ratificamos que no vamos a permitir más ropa usada. Estamos como productores en estado de emergencia para no permitir más que la ropa usada siga lacerando la industria nacional. Tiene que cumplirse el Decreto que prohíbe la importación y la venta ilegal de la ropa usada”, indicó el presidente de la Confederación, Víctor Ramírez.