El presidente de Rusia, Vladímir Putin, afirmó que Moscú no responderá de la misma forma a la expulsión de sus diplomáticos en Estados Unidos y no va a expulsar a diplomáticos estadounidenses. Además enviará un avión a EEUU para trasladar a los diplomáticos expulsados y sus familiares.

El Departamento de Estado de EEUU declaró personas no gratas a 35 diplomáticos rusos, a quienes dio 72 horas de plazo para abandonar el país, además ordenó el cierre de dos propiedades en Maryland y Nueva York que según sus informes se usaban para realizar actividades de espionaje.

El presidente Obama reformó una orden ejecutiva de 2015 para imponer sanciones a cinco entidades rusas porque "se ha determinado que son responsables de adulterar, alterar o causar la apropiación indebida de información con el propósito o el efecto de interferir o socavar procesos o instituciones electorales", dice el comunicado.

Las instituciones sancionadas son la Asociación Profesional Autónoma y no Comercial de Diseñadores de Sistemas de Sistemas Informáticos (ANO PO KSI, según sus siglas en ruso), Servicio Federal de Seguridad (FSB), Dirección Central de Inteligencia (GRU), Centro de Tecnologías Especiales y la empresa de seguridad Zorsecurity. También a 6 personas: Vladímir Alexéev, primer jefe adjunto de la GRU, Serguéi Guizunov, jefe adjunto de la GRU, Ígor Kórobov, jefe de la GRU e Ígor Kostiukov, primer jefe adjunto de la GRU, además de otros dos hombres cuyos cargos u actividades no se especifican.

El presidente Putin calificó estas medidas como destructivas y denunció que tienen por objetivo "dañar definitivamente las relaciones ruso-estadounidenses, ya de por sí precarias, así como asestar un golpe a los planes de la política exterior de la futura Administración del presidente electo de EEUU”, según un comunicado publicado por el servicio de prensa del Kremlin.