La cadena brasileña de noticias O’globo publicó un informe del Departamento de Justicia norteamericano, según el cual, las empresas brasileñas Odebrecht y Braskem desembolsaron 1.000 millones de dólares en sobornos pagados en una decena de países latinoamericanos y africanos. Los gobiernos mencionados en el informe se apresuraron en iniciar investigaciones.

El grupo Odebrecht habría pagado 50 millones de reales de soborno (14 millones dólares) a funcionarios del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva en 2006, de acuerdo al informe presentado por Estados Unidos.

En 2006, último año del primer mandato de Lula, altos miembros de ese gobierno solicitaron 50 millones de reales a la empresa petroquímica Braskem, perteneciente al conglomerado Odebrecht.

La documentación presentada afirma que los miembros del gabinete de Lula, del Partido de los Trabajadores (PT), cobraron el equivalente a 14 millones de dólares por haber influido para que Braskem no sea alcanzada por decisiones judiciales que afectaban sus ganancias.

LAS INVESTIGACIONES

El gobierno de México emprendió una investigación sobre el pago de sobornos millonarios de Odebrecht a la petrolera estatal Pemex. Los organismos de la Secretaría de la Función Pública (SFP) y Pemex iniciaron la recopilación de toda la información disponible, informa un comunicado del Gobierno mexicano.

El Gobierno de Ecuador también se pronunció y aseguró que apoyará sin limitaciones las investigaciones para determinar si funcionarios recibieron sobornos, dijo en rueda de prensa el secretario jurídico de la presidencia, Alexis Mera.

El presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, negó haber aceptado sobornos de Odebrecht, el informe del  Departamento de Justicia de EEUU reveló que entre 2005 y 2014 la firma pagó 29 millones de dólares en coimas a funcionarios de gobierno peruano. Kuczynski era primer ministro durante el Gobierno del presidente Alejandro Toledo (2001-2006).

El Gobierno de Colombia advirtió que una vez se constate que la firma brasileña Odebrecht pagó sobornos para la adjudicación de millonarias obras de infraestructura en su país, no dudará en cancelar de manera unilateral sus contratos.