Los vecinos de los barrios paceños que sufren el racionamiento de agua reclamaron que el agua les llega turbia. Ante esto, la Empresa de Pública de Agua y Saneamiento (EPSAS) afirmó que el líquido es potable y cumple con los requisitos y controles de calidad; aún así, se recomendó hervirla o filtrarla para eliminar sólidos suspendidos. Sobre este punto la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha desarrollado algunas sugerencias.

Cuando el agua está turbia, entre los métodos caseros que presenta el Área de Desarrollo Sostenible y Salud Ambiental (SDE por sus siglas en inglés) de la OPS están la sedimentación y la filtración del agua. La primera se refiere a dar tiempo a las partículas de que hay en el agua para que se asienten en el fondo del recipiente y así tener agua más clara. La segunda, tiene varias técnicas, entre las más asequibles está la filtración con arena.

Para construir este tipo de filtro se necesitan un recipiente que contenga un grifo o una abertura en la parte de abajo; se llena el recipiente de una capa de arena fina de ente 50 y 60 centímetros, y de ser posible una capa de grava debajo de ésta. También se puede colocar una tela, gasa o plato difusor encima de la arena. Para utilizarlo, se vierte el agua en el recipiente y se espera que ésta traspase la arena y fluya hacia el otro dispositivo a través de la abertura o grifo, llegando más limpia al recipiente de almacenamiento.

Aún filtrada, la OPS recomienda hervir el agua si se tiene previsto consumirla

ALMACENAMIENTO SEGURO

El SDE también recomienda un almacenamiento correcto del líquido, “aunque el agua llegue a la casa sin contaminar, existe siempre un gran riesgo de contaminación cuando se almacena y se manipula”, mantiene la organización. Señala también que al introducir cucharones, tazas, platos o los dedos, el agua puede volver a contaminarse.

Un recipiente adecuado, según la OPS debe estar siempre limpio y ser de materiales que no favorezcan la supervivencia de microrganismos; además, debe estar siempre tapados para evitar que ingresen partículas extrañas. Los recipientes, según las recomendaciones, deben tener una manija o agarrados que facilite el acarreo y una base estable para evitar que se voltee.  Además, es necesario que no tenga quebraduras.

 El recipiente, recomienda la institución, debe ser durable, preferiblemente inoxidable y traslúcido, y no reaccionar con el cloro. SDE recomienda que el material sea polietileno de alta densidad.

La boca debe permitir limpiar el interior fácilmente, pero tener una tapa que impida la inmersión de objetos o el ingreso de insectos y material extraño; la tapa debe estar sujeta a la boca para que no se pierda ni se ensucie. Idealmente debería tener un grifo o llave para extraer el agua, especialmente si ésta es para el consumo humano.