China celebró hoy el mayor festival de carne de perro en la ciudad meridional de Yulin, en un ambiente tenso. Sus habitantes y los ciudadanos que se desplazaron de otras partes de China mostraban su desacuerdo con la presencia de periodistas y defensores de los animales, y defendían su derecho a celebrar esta tradición. 

Comer carne de perro es su forma de celebrar el solsticio de verano, según su tradición ayuda a combatir el calor estival y es beneficioso para el cuerpo. 

Según informó Humane Society International (HSI), uno de los grupos líderes en la lucha contra el comercio de estos animales en China, entre 2.000 y 4.000 perros serán sacrificados, tradicionalmente apaleados con barras de metal, entre hoy y mañana. Muchos de ellos son animales de compañía que fueron robados o perros callejeros.

Mientras tanto, grupos de activistas pagaron de 500 a 700 yuanes (de 76 a 106 dólares) para liberar a algunos animales de los comerciantes. Los activistas denuncian el maltrato al que son sometidos en esta celebración y el hecho de que el festival ayude a promover un mercado ilegal que opera por todo el país. 

Este año, los activistas presentaron en Pekín 11 millones de firmas de ciudadanos de todo el mundo para poner fin a esta celebración, y un estudio oficial reflejaba que el 64 por ciento de los ciudadanos chinos también apoya su prohibición. 

El Gobierno no aprueba los festivales y considera que se trata de una tradición local aislada. Pero, podría tratarse de un problema de salud pública, ya que la carne no ha pasado los controles sanitarios establecidos y existe el peligro de contraer rabia o cólera, según denuncian los activistas.