Coronavirus
César Sánchez
13/10/2020 - 13:06

La OMS advierte sobre el “COVID prolongado”

Muchos pacientes infectados con el COVID-19, ya sea de forma leve o grave, meses después aún presentan síntomas como fatiga, dolor y dificultades para respirar. La agencia de la ONU para la salud ha advertido que, por esto, y al ver que hay pacientes que pueden contagiarse dos veces, no se pueden contemplar estrategias que permitan que el virus circule libremente sin proteger a la población.

El director de la Organización Mundial de la Salud (OMS) aseguró que apenas se está comenzando a comprender los efectos a largo plazo entre las personas que han padecido COVID-19 y advirtió que algunas están sufriendo lo que ahora se conoce como  el “COVID prolongado”.

“Me he reunido con grupos de pacientes que están sufriendo lo que ahora se describe como “el COVID prolongado”, para comprender lo que padecen y cuáles son sus necesidades, así como para avanzar en la investigación y la rehabilitación”, aseguró Tedros Adhanom Gebreyesus durante su conferencia de prensa bisemanal.

Meses después de infectarse leve o gravemente, algunos pacientes aún padecen síntomas como cansancio, dolor y dificultades para respirar, por lo que Tedros reiteró que las estrategias de inmunidad de rebaño no son una opción para esta pandemia.

“No sabemos lo suficiente sobre la inmunidad al COVID-19. La mayoría de las personas que están infectadas con el virus desarrollan una respuesta inmune en las primeras semanas, pero no sabemos qué tan fuerte o duradera es, ni en qué se diferencia para distintas personas”, dijo.

El peligro de la “inmunidad de rebaño”

El Director de la OMS recordó que ha habido ejemplos de personas infectadas que se contagiaron por segunda vez, por lo que dejar circular el virus sin tomar medidas de salud pública es “permitir infecciones, sufrimiento y muertes innecesarias”.

“Recientemente, se ha debatido algo sobre el concepto de alcanzar la denominada "inmunidad de rebaño" dejando que el virus se propague. La inmunidad colectiva es un concepto utilizado para la vacunación, en el que una población puede protegerse de un determinado virus si se alcanza un umbral de vacunación”, explicó.

Por ejemplo, la inmunidad colectiva contra el sarampión requiere que alrededor del 95% de la población esté vacunada. El 5% restante estará protegido por el hecho de que el sarampión no se propagará entre quienes estén vacunados. Para la poliomielitis, el umbral es de aproximadamente el 80%.

“En otras palabras, la inmunidad de rebaño se logra protegiendo a las personas de un virus, no exponiéndolas a él. Nunca en la historia de la salud pública se ha utilizado la inmunidad de rebaño como estrategia para responder a un brote, y mucho menos en una pandemia. Es científica y éticamente problemático”, aseguró.

Tedros recalcó que la gran mayoría de las personas en el mundo siguen siendo susceptibles a contagiarse de COVID-19 y que los estudios de seroprevalencia sugieren que en la mayoría de los países menos del 10% de la población ha sido infectada con el virus COVID-19.

“Aunque las personas mayores y aquellas con afecciones subyacentes corren mayor riesgo de sufrir una enfermedad grave y la muerte, no son las únicas en riesgo. Han fallecido personas de todas las edades… Permitir que un virus peligroso que no comprendemos completamente circule libremente es simplemente poco ético. No es una opción”, afirmó.

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