La caravana de miles de migrantes que partieron desde Honduras, sigue su avance en territorio mexicano hacia el municipio de Huixtla, mientras que la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) pidió estabilizar la situación humanitaria a través de su portavoz, Adrian Edwards.

"Para ACNUR es preocupante ahora el desarrollo de la situación humanitaria y los conocidos riesgos de secuestros y de seguridad" de los miembros de la caravana, declaró Edwards según un comunicado publicado en la página web de ACNUR.

"Es esencial que haya una recepción apropiada y otras condiciones para quienes buscan asilo, así como para otras personas en movimiento", subrayó.

Según la publicación, 45 empleados de ACNUR ya se encuentran en Tapachula, en el sur de México, para ayudar a inscribir a los solicitantes de asilo y establecer los mecanismos de identificación y distribución de refugiados con necesidades especiales en colaboración con las autoridades mexicanas.

Ante las acusaciones del presidente Donald Trump de que entre los migrantes indocumentados que partieron hace 10 días de San Pedro Sula, Honduras, hay criminales y personas de Medio Oriente, tanto el gobierno mexicano como el de Honduras rechazaron esta idea.

"No son maras (pandilleros) ni terroristas", afirmó Alden Rivera, embajador de Honduras en México, en declaraciones a la emisora Radio Fórmula, y explicó que los miembros de la caravana que se dirige a Estados Unidos está compuesta por "ciudadanos que luchan y buscan oportunidades ante la difícil situación política que se vive en Centroamérica".

En tanto, el ministro de Gobernación Alfonso Navarrete dijo que "México no caerá en presiones de ningún tipo" ni exigencias que "pretendan provocar una reacción hostil", pues "nosotros vemos la migración no como un crimen sino como un fenómeno de realidades compartidas, de respeto a derechos humanos".

Organizaciones civiles de defensa de los derechos humanos, como la Red Latinoamericana y Caribeña por la defensa de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes llamaron al gobierno mexicano a proteger a los niños que enfrentan duras condiciones ante la deshidratación y las enfermadades por la falta de servicios de sanidad.